El proyecto para la construcción de la depuradora de Benaoján y Montejaque tendrá que volver a iniciar el proceso para obtener la necesaria evaluación ambiental favorable, una vez que la empresa pública Acues solicitó al Ministerio para la Transición Ecológica desistir de la petición que había cursado para realizar esta tramitación mediante el procedimiento simplificado.

Esta decisión fue recibida de forma muy positiva por parte de los colectivos ecologistas que se oponen al proyecto al considerar que tiene un fuerte impacto ambiental por la ubicación del mismo dentro de una zona de especial protección del un Parque Natural Sierra de Grazalema y debido al “excesivo” consumo eléctrico que suponen que tendrá esta infraestructura al necesitar una estación de bombeo.

“Es una victoria agridulce porque acumulamos un retraso de varios años para la depuración de las aguas, pero esperemos que la decisión sea para presentar un nuevo proyecto en otra ubicación más adecuada”, dijo el portavoz de Silvema Ecologistas en Acción, Juan Terroba.

Y es que desde este colectivo insisten en que hay ubicaciones mejores que la elegida y fuera de los límites de la zona de protección, por lo que mostraron su esperanza de que cuando se presente una nueva solicitud ante el Ministerio sea para otro lugar al inicialmente previsto. “Si insisten en el mismo sitio nos volverán a tener enfrente”, dijo Terroba.

“No es entendible que en estos momentos se platee un proyecto que necesitará un enorme consumo eléctrico para impulsar las aguas fecales, mucho menos cuando habría ubicaciones a las que el agua llegaría por su propio pie”, insistió Terroba.

Mientras tanto, Soraya García, alcaldesa de Benaoján, municipio en el que se ubicarán las instalaciones, afirmó que según la información de la que dispone “todo se mantiene conforme a lo previsto”.En cuanto a la polémica surgida por la ubicación de la depuradora, señaló que “teníamos que elegir entre ubicaciones muy malas, malas y menos mala, nos hemos quedado con la menos perjudicial”.

Eso sí, García reconocía que la decisión tomada para reforzar el expediente inicial supondrá un nuevo retraso en la ejecución de este proyecto, aunque se espera que próximamente pueda iniciarse nuevamente el proceso.

“Deberíamos tener ya la depuradora, no hay proporción entre el impacto que está teniendo el vertido de la mierda al río Guadiaro que se sigue realizando y el daño que se producirá a 60 árboles, que encima serán trasplantados a otro lugar, ni siquiera cortados”, dijo García, que se mostró especialmente molesta por la actitud que han tomado los ecologistas y la plataforma vecinal que se opone al proyecto.