Sin fecha ni dinero para limpiar el Tajo del Abanico

Sin fecha y sin partida para su limpieza. Así se encuentra el paraje natural del Tajo del Abanico, que el pasado año quedó inundado por las basuras tras provocar las intensas lluvias la rotura del viejo vertedero de residuos sólidos, como ya publicó este periódico el mes de marzo del pasado año. De momento, lo único se que ha realizado es un estudio por parte de la empresa pública Egmasa para su puesta en valor, que debería ser financiado con los fondos de acción local, aunque hasta ahora se desconoce si ese proyecto saldrá adelante, según explicó ayer el delegado municipal de Medio Ambiente, Alberto Orozco, que estuvo acompañado por la responsable provincial de esta área, Remedios Martel.

Con la época de lluvias iniciada, varios vecinos han lamentado que hasta ahora no se haya actuado de ningún modo y temen que la situación pueda empeorar de forma muy importante. Tras la denuncia pública, desde el Ayuntamiento de Ronda y la Delegación provincial de Medio Ambiente se habló de un plan de limpieza a mano y la utilización de mulos para sacar los miles de kilos de basura acumulados a lo largo de toda la garganta del río Sijuela. Incluso, se llegó a apuntar el inicio del verano como una fecha probable para la realización de los primeros trabajos, aunque luego nunca más se supo de la iniciativa.

Mientras, los amantes del senderismo que deciden acercarse a uno de los parajes naturales habitualmente recomendados en las guías, y que cuenta con un cómodo acceso, se encuentran con una imagen compuesta por la majestuosa belleza natural del desfiladero, mezclada con bolsas de plásticos, hierros oxidados, lavadoras en descomposición y hasta restos de coche de diferente tipo.

No obstante, Orozco, insistió en que la "puesta en valor" va más allá de la limpieza de la basura, y es que el objetivo marcado es aprovecharlo como un atractivo turístico, algo que se antoja en estos momentos como una utopía a tenor de la situación y de su posible empeoramiento si vuelve a llover de forma intensa. Además, la actuación tendría que ir acompañada de un segundo sellado del vertedero para evitar nuevos vertidos al Tajo del Abanico.