Miles de personas han acudido a Ardales con motivo de la celebración de la fiesta de la matanza, un evento que suele congregar a un gran número de visitantes pero que este año ha sido uno de los más concurridos que se recuerdan, según explicaron responsables de la organización que cuentan con un importante número de ediciones a sus espaldas.

Y es que los aparcamientos para vehículos y autobuses se quedaron pequeños y hasta algunas parcelas de olivar tuvieron que ser empleadas como estacionamiento improvisado tras llenarse también las calles del polígono industrial que se encuentra fuera del casco urbano, lo que hizo que se pudiesen ver auténticas riadas de personas caminando hacia el municipio.

A la entrada a los visitantes más madrugadores les esperaba la primera degustación gratuita, y es que el Ayuntamiento repartió 4.500 raciones de salchichón, morcilla y chorizo junto a una copita de vino.

Visitantes llegando a Ardales tras aparcar sus vehículos fuera del casco urbano.

Terminada la primera parada tocaba adentrarse en las calles del municipio para visitar alguno de los numerosos puestos existentes al ritmo de diferentes batucadas y hasta una panda de verdiales. Todo ello interrumpido de vez en cuando por el sonido de algún megáfono que desde las barras que se habían instalado en las calles anunciaba alguno de los platos que estaban vendiendo. "El arroz se acaba de terminar, vamos con los callos", se podía escuchar en uno de ellos mientras el numeroso público se concentraba a su alrededor.

En los puestos situados en las calles también se podía encontrar una enorme variedad de productos, principalmente de empresas de la comarca o poblaciones cercanas, pudiendo adquirir desde una gran cantidad de chacinas, postres, quesos, pan, almendras o cerveza, entre otros, y es que la zona cuenta con una gran cantidad de pequeños productores del sector de la alimentación.

Morcilla tras finalizar su cocción al estilo tradicional.

También abrieron para esta ocasión las tiendas locales que se dedican carnicería y charcutería, registrando importantes colas en sus entradas, y es que muchos de los que acudieron a Ardales no dejaron la ocasión de hacerse con alguna de las delicias gastronómicas.

El alcalde del municipio, Alberto Naranjo, mostró su satisfacción por la gran afluencia de público, señalando que "nuestro objetivo es promover los productos de nuestras empresas y de la comarca, además de los atractivos de nuestro municipio".

Además, el Ayuntamiento también preparó para el almuerzo una caldereta con 500 kilos de carne de cerdo que se repartió de forma gratuita junto a patatas fritas locales y pan.

Calles y comercios llenos de visitantes.

Un guiso que se preparó en un enorme perol sobre una hoguera en la zona que también fue habilitada para que las mondongueras elaboraran chacinas de diferente tipo al estilo tradicional, incluyendo la cocción de las morcillas en una caldera y su posterior colocación en palos para su enfriamiento.

A ello se sumó la apertura de los monumentos que posee la localidad dentro del casco urbano, como su castillo, iglesia o el centro de interpretación de la prehistoria.