Investigan si el crimen de Fuengirola fue un ajuste de cuentas con un fusil

El responsable de una barbería que la Policía precintó asegura que cerró las puertas de su local a las 9 de la noche y que no supo del tiroteo mortal hasta esta mañana

Buscan al responsable de la muerte a tiros de un hombre en Fuengirola

La barbería precintada por la Policía, en una calle paralela al lugar del crimen
La barbería precintada por la Policía, en una calle paralela al lugar del crimen / Daniel Pérez (Efe)

Nuevo episodio violento en la Costa del Sol. Un hombre de 30 años murió durante la madrugada del viernes al sábado tras recibir varios disparos, uno de ellos en la cabeza, durante la pasada madrugada en Fuengirola. La investigación que la Policía Nacional tiene abierta determinará si el móvil del crimen fue un ajuste de cuentas. Por el momento, no se han practicado detenciones, según informaron fuentes policiales. Eran las 2 de la madrugada cuando un testigo alertaba al Servicio de Emergencias 112 Andalucía de que había oído detonaciones y que, además, observaba a una persona tumbada en el suelo en calle Asturias. 

El centro coordinador dio aviso a la Policía Local, a la Nacional y al 061. Los sanitarios no pudieron hacer nada por salvar la vida del hombre, con varios impactos de bala. A su llegada, los policías localizaron en la vía pública el cuerpo de un hombre con heridas por arma de fuego. Los sanitarios solo pudieron certificar el fallecimiento. Los investigadores trabajan para intentar identificar a la víctima. 

Las pesquisas apuntan a que el autor de los disparos empleó un arma larga –tipo fusil de asalto– para matar a su víctima y que, después, se deshizo de ella. Los agentes la localizaron debajo de un vehículo, además de varias vainas. A su llegada, precintaron una barbería próxima al lugar del crimen. Uno de los responsables ha precisado a este periódico que cerró sus puertas a las 9 de la noche anterior, unas tres horas antes de que, a solo unos metros, acabaran con la vida de un hombre. El tiroteo ocurrió en una calle paralela al local.

Esta mañana, al abrir el negocio, se topó con la escena. “No sabía nada, llegué para abrir y vi a muchos policías. Fui a tomar un café y entonces me enteré de que habían matado a un hombre”, afirma el trabajador. Los investigadores le tomaron declaración por si tuviera sospechas de quién puede estar detrás de la muerte a tiros del hombre. “La Policía vino a preguntarme pero yo no tengo nada que ver”, recalca.

Esta semana, una mujer de 42 años murió también, de madrugada, tras recibir casi un centenar de puñaladas, la mayoría de ellas en la espalda. El presunto autor era su hermano. Los allegados del presunto fratricida de Benalmádena habían detectado en él, desde hacía algún tiempo, actitudes extrañas influenciadas, al parecer, por temas esotéricos. Horas antes del crimen, J. M. F. (de 38 años) se desplazó desde Madrid hasta la provincia de Málaga. Adela (de 42), preocupada por el comportamiento de su hermano, decidió acogerlo en su casa y pasar tiempo juntos: fueron de compras y cenaron en un restaurante. Después, se marcharon a dormir en habitaciones separadas y, poco antes de las 4:00, el individuo cogió en la cocina dos cuchillos, con los que, presuntamente, atacó a su hermana mientras dormía.

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