El embalse de La Concepción triplica sus reservas de hace un año tras las últimas lluvias en Málaga

Las precipitaciones alivian al campo: "Va cayendo conforme a los parámetros de un año normal, pero hay mucha falta. El tema no está ni mucho menos resuelto", asegura el secretario general de COAG

La tormenta deja más de 85 litros en Torremolinos, la A-7 cortada en Mijas y un centenar de incidencias

El embalse de La Concepción.
El embalse de La Concepción. / MARÍA JESÚS SERRANO

La misma jugada de (casi) siempre. Las lluvias han vuelto a regar la provincia este lunes, dejando generosos acumulados de más de 80 litros por metro cuadrado en Torremolinos y la Sierra de Mijas, sin embargo, pese a lo abultado de la cifra, las precipitaciones han vuelto a pasar de largo de los embalses. Es lo mismo que ocurrió hace unos días cuando las borrascas Herminia e Ivo dejaron tras de sí más de 80 lm2 en Gaucín y por encima de los 70 en Cortes de la Frontera, refrescando cultivos y repercutiendo positivamente en pozos y acuíferos, pero sin dejarse notar en las reservas. Si acaso, la única infraestructura que es portadora de buenas noticias tras estos tres episodios es La Concepción, que ya prácticamente triplica lo que almacenaba hace un año.

De esta manera, en las últimas horas, el pantano marbellí ha recogido más de 16 lm2 de manera directa, a los que hay que sumar los caídos en las presas de derivación que la abastecen: la de Guadalmina (17,6), Guadalmansa (16,5) y Guadaiza (9,9). Estos aportes la sitúan ya al 66,70% con 38,38 hm3 por los 13,07 que tenía hace doce meses.

También han experimentado levísimas subidas (de 0,31 hm3 en el primer caso) tanto el embalse de Guadalteba, que permanece alejado de sus días dorados, a poco menos del 21% de su capacidad, con 31,91 hm3; como el de La Viñuela, situado en La Axarquía, por donde las borrascas no han dejado prácticamente una gota (sube 0,03 hm3) y un total de 35,72 hm3 que no le sirven para llegar al 22%. El Limonero, por su lado, se queda igual; o sea, al 30,44%, con 6,80 hm3.

El pantano de Guadalhorce encabeza la lista de pérdidas, si bien en la misma medida que los anteriores suben: muy poco. De esta manera, el nivel de esta infraestructura ha descendido 0,25 hm3, lo que lo deja al filo de los 16 hm3 y por debajo del 13%. En el caso del de Casasola la bajada es de 0,18 hm3, no obstante, aún se sitúa al 58,43%, con 12,69 hm3. Cierra la lista el de Conde del Guadalhorce, tras perder 0,13 hm3, lo que lo deja con 27,20 hm3 al 41%.

Las lluvias alivian los cultivos

En el campo, por lo menos, las sensaciones en este arranque de febrero son buenas, más aún si se tiene en cuenta de donde venimos, puesto que la provincia lleva encadenando años secos seis ejercicios. De esta manera, el secretario provincial de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) en Málaga, Antonio Rodríguez, explica que estas lluvias vienen "fenomenal" en la medida en que existe "mucha necesidad". "Está lloviendo conforme a los parámetros de un año normal, pero hay mucha falta y los pantanos están como están... El tema no está ni mucho menos resuelto", asegura.

Normalmente, el sector toma como un ejercicio bueno el promedio de los 600 litros a nivel provincial, aunque, explica Rodríguez, es una frontera un tanto gaseosa en la medida en que con algo menos pueden subsistir también. "Este agua le va bien a todos los cultivos, pero a los cereales del Valle del Guadalhorce le viene de escándalo. El año pasado no cayeron más de 160 litros allí", asegura.

Coincide con esta idea el secretario de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Málaga, Francisco Moscoso, que sostiene que el agua "está haciendo bien", pese a que arrastramos "una crisis muy profunda". "En Antequera han caído 25 o 30 litros. Y en algunos puntos de La Axarquía, como Alfarnate, algo más. Va a mejorar la situación del olivar, el aguacate, el mango, el cereal...", explica.

Aunque recuerda que no hay que bajar la guardia, toda vez que si no sigue lloviendo en los próximos meses tampoco se avanzará hacia la cifra que necesitan. "Si eso no ocurre vamos a ir a medias cosechas, a rendimientos medios", afirma.

Con todo, este último frente, a diferencia de los anteriores, sí que ha dejado cierta impronta siquiera en las zonas urbanas del litoral: Emergencias 112 empezó a gestionar avisos desde las 7:00, sobre todo en Torremolinos, Benalmádena y Fuengirola, por anegaciones de viviendas, sótanos, garajes, plantas bajas y locales comerciales, a los que después se sumarían calles, centros de salud, colegios (el Ayuntamiento torremolinense recomendó no asistir a clases y solo se atendieron servicios mínimos) e incluso hoteles.

Asimismo, la circulación se complicó en algunos puntos por la formación de balsas de agua, como la A-7 en Mijas a la altura del faro de Calaburras, donde esta acumulación obligó a cortar el tráfico, generando una retención de 10 kilómetros. El fuerte aguacero incluso hizo necesario rescatar a algunos conductores que se vieron sorprendidos por el agua con sus vehículos tanto en Fuengirola como en Benalmádena. En ninguno de los casos hubo que lamentar daños personales.

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