El Ministerio de Educación aparta al profesor de Religión denunciado por supuestos abusos sexuales a menores en un colegio de Cártama
El docente ha sido suspendido de sus funciones para evitar cualquier contacto con el alumnado mientras se esclarecen los hechos
Investigan a un profesor de Religión tras la denuncia de padres por supuestos abusos sexuales a alumnos de Infantil en Málaga
El Ministerio de Educación ha abierto un expediente disciplinario al profesor de Religión de un colegio público de Cártama que varias familias han denunciado por supuestos abusos sexuales a menores en edad infantil. Como medida cautelar, el docente ha sido apartado de sus funciones con el fin de evitar cualquier contacto con el alumnado mientras se esclarecen los hechos, según han informado a este periódico fuentes del Gobierno.
La decisión se ha adoptado siguiendo los protocolos establecidos para este tipo de situaciones, que priorizan la protección del menor y la garantía de un entorno educativo seguro. El expediente permitirá investigar de forma interna la conducta del docente, en paralelo a las diligencias que puedan llevarse a cabo por la vía judicial. Ahora, corresponde a la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional informar a las familias de esta medida dictada.
Mientras tanto, la Policía Judicial de la Guardia Civil en Málaga mantiene abierta la investigación para tratar de averiguar lo sucedido. Desde la Delegación Territorial de Educación señalaron que la voz de alarma la dio un grupo de padres en una reunión que mantuvieron con la directora del centro y que, tras ello, la Inspección arbitró las "medidas necesarias para garantizar la seguridad de los menores". Dichas actuaciones, sin embargo, no llegaron a aplicarse porque los agentes actuaron "de inmediato". El caso está judicializado.
También el Obispado de Málaga se ha pronunciado al respecto tras la noticia difundida por los medios de comunicación. En un comunicado ha indicado que el profesor había ejercido como docente durante más de 30 años y que, en todo ese tiempo, no le consta ninguna denuncia previa en su historial profesional. La institución recuerda que actúa desde el respeto a la presunción de inocencia, pero al mismo tiempo reitera su condena a cualquier abuso cometido contra menores o personas vulnerables y resalta la importancia de denunciar situaciones de esta naturaleza.
La Diócesis confía en que la Justicia esclarezca con prontitud los hechos denunciados, porque ello será lo más beneficioso “para todas las partes, especialmente para los alumnos del colegio y sus familias”. Asimismo, se pone a disposición de las autoridades para colaborar en todo lo que sea necesario durante el proceso.
"Regalitos, pulseras, anillos, besos o abrazos después de tocarlo"
Este periódico ha recabado el testimonio de uno de los progenitores, que relata que el caso salió a la luz a finales del pasado mes de octubre, cuando su hija llegó a casa y, mientras jugaba, aludía al nombre de un peluche que, supuestamente, utilizaba el docente. Relató que éste se habría bajado delante de ella los pantalones y la ropa interior. Cuando los padres le siguieron preguntando, “jugando para no asustarla”, la pequeña supuestamente les explicó que les “decía a las niñas que le toquen” sus genitales y que “cuando los niños son varones se enfada”. El escrito refleja que “después de tocarlo”, les entregaba, presuntamente, “regalitos, como pulseras, anillos”, y les daba “un beso o un abrazo en la mejilla”.
El progenitor destaca que, alarmado, acudió entonces al cuartel de la Guardia Civil y, en su declaración, explicó a los investigadores que sospechaba que su hija estuviera sufriendo abusos a manos, supuestamente, de su profesor de Religión, que ejercía en el colegio desde hacía dos décadas. El profesor, actualmente, han precisado fuentes próximas consultadas, se encuentra de baja médica, si bien desde el centro educativo han rehusado pronunciarse al respecto.
La familia comunicó los hechos también al colegio, pero, denuncia, no activó desde el primer momento el protocolo de protección infantil, limitándose a afirmar que “recabarían información”. “La directora nos dijo que eso no podía ser posible y nos pidió que dejáramos actuar a los investigadores y que tenía que escuchar a las dos partes”, apostilla el padre. Educación, al respecto, asegura que la dirección del centro ha actuado conforme a las instrucciones dadas por los agentes de la Guardia Civil.
En la misma denuncia, el progenitor asegura que tanto él como otras familias venían detectando comportamientos extraños por parte del docente supuestamente implicado en los abusos a sus hijos. “A nosotros nunca nos dio tranquilidad”, remacha. Advierte, asimismo, que el caso está ya en conocimiento de la Fiscalía de Menores y del Defensor del Pueblo a través de un escrito que elevaron para poner de manifiesto “unos hechos de extrema gravedad ocurridos en un centro educativo, que implican una posible agresión sexual a un menor”. En aquel escrito, los familiares solicitaban “una investigación penal exhaustiva, garantizando la protección del menor afectado”.
Educación ha confirmado que supo de los presuntos abusos después de que varias familias comunicaran que un maestro de Religión podría haber cometido abusos a alumnos de corta edad. Según el informe del Servicio de Inspección, la dirección del centro tuvo constancia durante una reunión que mantuvo con padres, quienes trasladaron su decisión de interponer una denuncia contra el maestro. Tras recibir la información, el equipo directivo puso el caso en conocimiento de la Inspección educativa.
Una vez constatado que la denuncia ya había sido presentada, el Servicio de Inspección ordenó medidas que estaban dirigidas a garantizar la seguridad de los menores. Sin embargo, dichas actuaciones no llegaron a ejecutarse, ya que, “al día siguiente y antes del inicio de la jornada escolar, la Guardia Civil actuó de inmediato”. Desde ese momento, la dirección del centro educativo ha seguido las instrucciones facilitadas por los investigadores.
Asimismo, Educación trasladó el caso investigado a la Inspección General de la Consejería, encargada de comunicar los hechos al Ministerio de Educación, que es la administración competente para establecer posibles medidas disciplinarias respecto al profesorado de Religión en la etapa de Infantil.
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