Los dueños de un perro muerto por un disparo en Coín buscan al responsable

Piden justicia para Dylan, cuya muerte han denunciado ante la Guardia Civil, pero critican que "aún no se haya hecho nada para investigarla"

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Dylan, el husky siberiano fallecido en Coín
Dylan, el husky siberiano fallecido en Coín

Una familia de Coín ha denunciado la muerte de su perro, al que encontraron con una herida de bala de plomo en el abdomen. Dylan, que tenía 4 años y medio, era un Husky Siberiano. Los hechos, que ya pusieron en conocimiento de la Guardia Civil, ocurrieron este pasado 11 de enero. Pero, desde entonces, los dueños creen que aún “no se ha hecho nada de nada para investigar”, pese a que “no es el primer perro al que disparan” en la barriada en la que viven. Los vecinos sospechan de una persona que manifestaba estar “cansada” de estos animales en la zona y que había llegado a “amenazar con sacar la escopeta”. “Hay una persona pegando tiros en una zona residencial. El arma tiene que ser bastante potente como para matar a un animal de 22 kilos. ¿Y si hubiera sido un niño?”, apostillan los familiares en declaraciones a este periódico.

Los responsables del can detallan que, a tenor del informe del veterinario que lo atendió, “el tiro llegó desde una altura”. “Por eso pensamos que debieron dispararle desde la azotea o ventana del piso superior de una casa, hasta donde conduce el rastro de sangre”, argumenta la mujer.

Aquel día, el animal se había escapado de la vivienda familiar. Horas después, unos vecinos que paseaban por el entorno del cementerio lo hallaron “tirado en la carretera”. Pensaron, en un principio, que estaba dormido, pero al examinarlo de cerca descubrieron que presentaba una “herida por arma de fuego o aire comprimido en el lomo”. Yacía sin vida.

Los familiares piden a las autoridades que “se tomen en serio” el caso y que se indague no solo en la muerte de Dylan, sino también en el “uso indebido de armas de fuego o aire comprimido” en la barriada. Y con ese propósito han iniciado una petición a través de la plataforma de firmas Change.org, en la que piden “una investigación exhaustiva” y que “se haga justicia”. Hasta ahora, son unas 2.500 las rúbricas recogidas.

Desde el día en el que le dispararon, los dueños aseguran haber tenido que sortear todo tipo de obstáculos. Intentaron, recuerdan, contactar con la Guardia Civil, que les informaron de que el caso “era competencia de la Policía Local”. También llamaron al cuerpo municipal, “pero sin éxito”. Solicitaron la presencia de una patrulla y, sin embargo, “ningún agente se presentó en el lugar”.

La radiografía donde se aprecia la bala
La radiografía donde se aprecia la bala

Ahora, el problema al que se enfrentan es que no encuentran a nadie que se quiera “hacer cargo del cuerpo ni de la autopsia”. “Nosotros tuvimos que trasladarlo y llevarlo a que lo radiografiaran para ver la bala y pagarlo todo nosotros”, afirma. Por el momento, el Servicio de recogida de animales Paraíso lo tiene custodiado en una cámara, pero no han conseguido “que alguien le saque la bala aún”.

La familia, preocupada, advierte de que la “presencia de armas en un entorno residencial donde juegan niños y se pasean mascotas supone un grave peligro”. “Una bala perdida podría causar una tragedia mayor”, refleja en el escrito de denuncia, en el que reivindica que se “garantice la seguridad de los vecinos mediante las medidas correspondientes”, incluyendo “la retirada de las armas” en caso de que el autor del disparo a Dylan “las posea”, ya sea de manera “legal o ilegal”.

Los afectados alertan, además, de que, tras lo sucedido, la “posible escalada de violencia entre vecinos podría generar una situación insostenible en la comunidad”. Porque, según su relato, la persona de la que sospechan ya ha mantenido “conflictos con residentes de la zona” al intentar “imponer de forma unilateral sus criterios”.

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