A la fuga en un patinete eléctrico que, presuntamente, había robado poco antes en la vía pública. Así circulaba por Fuengirola un menor de edad, al que la Policía tuvo que perseguir de madrugada. La investigación permitió conocer que el adolescente había cortado el candado de protección para apoderarse del vehículo de movilidad personal estacionado. Lo negó, pero las imágenes captadas por unas cámaras de seguridad lo delataron, según fuentes policiales consultadas por este periódico.

Los hechos sucedieron el pasado domingo día 15. Un testigo se percató del robo, en plena noche, y llamó a la Policía. La Sala del 092 recibió el aviso alertando de que varios jóvenes se afanaban en sustraer un patinete que estaba aparcado en la confluencia de la calle Alfonso XIII y la avenida Sáenz de Tejada. Hasta allí se desplazó una patrulla, que comprobó que el sistema de seguridad estaba dañado. Y ni rastro del patinete.

Fue entonces cuando los agentes iniciaron una inspección en la zona y localizaron a un joven, menor de edad, que respondía a la descripción que el testigo le había facilitado poco antes. Cuando el caco se supo descubierto por la Policía al observar que los efectivos se apeaban del vehículo oficial emprendió la huida. Fue alcanzado poco después. Entonces, el menor reconoció la autoría del robo, aunque aseguró que la herramienta con la que había cortado el candado no era suya ni tampoco la tenía en su poder.

Los policías locales, tras las pesquisas, detuvieron al individuo, que después fue puesto a disposición de la Policía Nacional para que continuara con la investigación. Las cámaras de vigilancia urbana de la zona mostraron que fue el detenido quien hizo el corte del candado y que depuso su actitud al verse sorprendido por varios vecinos.

Operación 'Skate': robaban patinetes eléctricos venderlos en La Palmilla

Cabe recordar que hace unos meses la Policía Nacional detuvo a dos hombres, de 25 y 37 años respectivamente, por su presunta implicación en el robo de patinetes eléctricos para su posterior venta. Los aparatos eran sustraídos en aparcamientos de centros comerciales para ser rápidamente vendidos en la zona de La Palmilla por precios de entre 20 y 40 euros.

En el registro practicado en la furgoneta donde se encontraron los patinetes, la Policía Nacional halló otro tipo de mercancías como teléfonos móviles, diez televisores, once cámaras de fotos e incluso una pistola de aire comprimido.