Del preso que se atrincheró en una celda al que fabricaba 'pinchos': piden sanciones contundentes en la cárcel de Archidona
El sindicato Tu Abandono Me Puede Matar eleva un escrito a la dirección para alertar de que el ambiente ya es "irrespirable"
Heridos tres funcionarios tras ser agredidos por un preso de la cárcel de Archidona

"Profunda preocupación y malestar" entre trabajadores penitenciarios de la cárcel Málaga II, en Archidona. Es el mensaje que el sindicato Tu Abandono Me Puede Matar ha trasladado a la dirección para alertar del "clima de inseguridad y desprotección" que denuncian los funcionarios. "Hemos sido testigos de situaciones de alto riesgo", reza el escrito, en el que exigen medidas contundentes. La principal de ellas, dirigidas a castigar a los internos que muestran "conductas disruptivas y violentas", ya que, recalca la organización, "no reciben sanciones adecuadas". El ambiente, en palabras del portavoz del sindicato de funcionarios en Málaga, Manuel Galisteo, ya "es irrespirable".
"Se le premia con tabaco"
La comunicación, a la que ha tenido acceso este periódico, ha sido puesta este jueves en conocimiento de la dirección, cuando se cumple el primer año desde la llegada del nuevo responsable a la prisión, con un balance de incidentes que generan "un sentimiento de impunidad entre la población reclusa". Los funcionarios señalan a varios presos conflictivos, como el que, recuerdan, se atrincheró en su celda, "amenazando con cuchillas", sin que su comportamiento fuera sancionado, sino todo lo contrario. "Se le premia con tabaco", asevera el sindicato.
También denuncian una "negligencia en el manejo de incidentes graves" por parte de los directivos. Se refieren, en este punto, al supuesto taller dedicado a la fabricación de pinchos carcelarios que los funcionarios descubrieron hace unos meses. "El interno responsable permaneció en el módulo como si nada hubiese ocurrido, y no fue, días después, tras la publicación de lo ocurrido en prensa, cuando se adoptaron las medidas oportunas", resalta.
Otro de los episodios violentos en el que este año los trabajadores penitenciarios tuvieron que intervenir ocurrió en el módulo de aislamiento. Un recluso "reventó dos veces su celda", tras lo que, defiende Tu Abandono Me Puede Matar, se le debería haber aplicado sujeción mecánica. "Se terminó haciendo un corte en el abdomen y se tragó una arandela de hierro, poniendo en peligro su vida", precisa.
En el informe, los funcionarios relatan también el caso de un interno de la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE) de la cárcel que "puso en jaque la vida regimental del centro durante casi dos semanas". Y, sin embargo, "no fue sometido a ninguna sanción o medida hasta unos días después".
"Piensan que pueden actuar sin consecuencias"
La "falta de acciones contundentes" por parte de la dirección del centro ha creado, en palabras de la organización sindical, "un clima de impunidad", de manera que los reos consideran "que pueden actuar sin consecuencias". "Esto ha llevado a un aumento de conductas peligrosas, incluso con el fallecimiento de un interno por sobredosis, y a un deterioro generalizado del ambiente de trabajo", remachan.
Heridos tres funcionarios tras agredirlos un preso
El escrito ha sido remitido al director del centro penitenciario apenas un día después del último incidente, tras el que, según denunció el sindicato, tres funcionarios resultaron heridos tras la agresión de un interno que, presuntamente, se resistía a ser trasladado circunstancialmente a otro lugar de la prisión de acuerdo al protocolo interno.
Uno de los trabajadores continuaba este miércoles en el hospital mientras los otros dos sufrieron daños en las extremidades y hematomas cuando intentaban reducir al preso, que se abalanzó sobre un funcionario propinándole puñetazos.
El recluso, según explicó entonces el portavoz de Tu Abandono Me Puede Matar, se negó a ser llevado a otra dependencia de la cárcel, como establece el reglamento, para que no se quedara solo durante el tiempo que iba a estar ausente el interno que le acompaña habitualmente en su celda. Este otro mantenía un vis a vis, un encuentro a solas, con un visitante y tras ello, al sospecharse que podían haberse introducido objetos prohibidos en el recinto, fue trasladado al hospital, fuera de la prisión, para que se le practicara una radiografía por si había escondido algún elemento extraño en su cuerpo.
En el momento de la cena, el interno que se había quedado sin acompañante advirtió de que no acataría la prohibición de subirse a su celda. Dos funcionarios tuvieron que sacarlo de ella y bajarlo entre insultos. Fue entonces cuando, presuntamente, el supuesto agresor se lanzó sobre uno de los tres trabajadores que lo custodiaban, lo tiró al suelo y empezó a golpearle, según la versión de los funcionarios, mientras los otros trabajadores intentaban que desistiera de su acción. Finalmente lograron esposarlo para conducirlo almódulo de aislamiento.
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