El presunto homicida de Benalmádena atacó a sus hijos con un puño americano cuando iban a auxiliar a su madre y después la estranguló

La investigación por el crimen machista de Lina, asesinada a sus 48 años a manos presuntamente de su ex pareja en Benalmádena, continúa avanzando. El presunto autor agredió, presuntamente, con un puño americano con terminaciones puntiaguas a sus hijos cuando trataron de auxiliar a su madre, que estaba siendo golpeada y, después, la estranguló. Todo apunta a que Lina murió por asfixia, según se desprende de los primeros resultados de la autopsia que este lunes se le ha practicado al cuerpo en el Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga, según fuentes próximas al caso.

El cadáver de la mujer estaba carbonizado, lo que dificulta la identificación de algunas de las múltiples lesiones que sufrió, entre otros, en el cuello. Las pesquisas, no obstante, apuntan a que también había sido atacada con el arma. Asimismo, la Policía Nacional, que sigue indagando en el caso, trata de confirmar si el presunto autor hizo uso de algún combustible acelerante de incendios. La hipótesis que se maneja es que el individuo intentó borrar todos los vestigios que pudieran relacionarle con el crimen y, para ello, prendió fuego a la vivienda en la que se encontraba tanto su ex pareja como los tres hijos que tenían en común. Lina podría haber perecido estrangulada poco antes de que el fuego abrasara su cuerpo. La data de la muerte está pendiente del informe definitivo del examen forense.

Los hechos se remontan a las 4 de la madrugada del sábado al domingo. En torno a esa hora, el supuesto homicida entró en la vivienda. Entre él y la víctima hubo "una gran discusión" que alertó a los vecinos más cercanos. Poco después acabaría, presuntamente, con la vida de la mujer.

"Mi padre ha matado a mi madre"

El relato que el mayor de los niños, de 11 años, aportó a la Policía fue clave para vincular al individuo con el asesinato. Aunque tanto el pequeño como sus hermanos presenciaron la atroz escena, fue él quien, "valientemente", según la familia, contó lo sucedido "para desmentir la coartada del padre", que poco antes había contactado con los servicios de emergencia advirtiendo de un incendio en la vivienda, pero sin detallar que había sido él quien lo había, supuestamente, provocado. A continuación, el menor "cogió las llaves y corrió a ver a su abuela -que vive en una casa colindante- para avisarla también del crimen". "Le dijo que su padre había matado a su madre", detallan fuentes familiares.

Agentes de la Policía Local de Benalmádena fueron los primeros en llegar a la casa mata tras tener noticia del fuego. Una vez accedieron con premura al inmueble, situado en el número 27 de calle Álamos, pusieron a salvo a los menores. Después intentaron acceder a la habitación en la que se encontraba Lina, al fondo de la vivienda, pero la gran cantidad de humo se lo impedían. Los efectivos derribaron la puerta y comprobaron que del colchón de la cama salían llamas. Dentro de la vivienda encontraron al individuo, que mostraba frialdad. La patrulla pidió refuerzos y, tras las pesquisas, detuvo al sospechoso.