En esta temporada de verano, los visitantes de las playas de Nerja están enfrentando una preocupante oleada de robos y asaltos a vehículos. Gonzalo Ruiz, uno de los afectados, relató que al regresar de la playa de la Alberquilla, decidieron llamar al 112 tras descubrir su coche en un estado deplorable. La noche había caído y su estancia para contemplar la luna se convirtió en una experiencia amarga. Los vándalos habían causado daños considerables al romper ventanas, espejos e interior del coche. 

Sin embargo, las autoridades informaron que no podían intervenir sin pruebas de los culpables. Después de dos llamadas infructuosas y la intervención de una grúa que retiró el automóvil, se dirigieron a la Policía Nacional de Vélez-Málaga para presentar las denuncias.

Juan Carlos Martos, un residente de Fuengirola, compartió su experiencia de manera detallada. Hace aproximadamente un mes, él y dos amigos emprendieron un viaje temprano hacia la playa del Cañuelo en Nerja, con la intención de disfrutar de un fin de semana de descanso, donde habían reservado alojamiento. Llegaron temprano, y al estacionar su vehículo, un "gorrilla" local ofreció asistencia para el aparcamiento. Aunque notó que el "gorrilla" le observó atentamente cómo descargaban sus equipos de buceo y mochilas, Juan Carlos no prestó mayor atención a su intuición. Desafortunadamente, esta decisión tendría consecuencias inesperadas.

Tras pasar el día explorando la playa, decidieron regresar al coche alrededor de las 20:30 de la tarde, solo para descubrir que alguien había abierto el vehículo sin dejar rastro de violencia, llevándose todo el dinero en efectivo de sus carteras. "Unos 600 euros destinados para nuestro fin de semana en Nerja se esfumaron, incluyendo monedas y billetes que tenían como recuerdos de otros países. Mientras las tarjetas, la ropa y los accesorios permanecían intactos en el coche, solo el efectivo había sido tomado", declaró.

Martos considera la posibilidad de que hayan utilizado copias de llaves maestras o inhibidores para perpetrar el robo. Al parecer, el coche de enfrente también había sido afectado, evidenciado por las luces de emergencia activadas. 

A pesar del trago amargo, decidieron no presentar una denuncia oficial, aunque quedaron preocupados por la posibilidad de robo de identidad. A pesar de que uno de los amigos de Juan Carlos, que es policía, presentó una notificación al Cuartel de la Guardia Civil de Nerja, no obtuvieron respuesta. En la misma zona, Francisco Peláez, un visitante proveniente de Córdoba, con la expectativa de disfrutar del sol y el mar, estacionó su coche en el área designada, siguiendo el protocolo de dejar el vehículo en el aparcamiento y utilizar un autobús para acceder a la playa. Sin embargo, al regresar al final del día, se encontró con una situación desagradable.

Al intentar abrir su coche, Peláez se dio cuenta de que la llave no giraba correctamente. Una inspección más detallada reveló que su coche había sido abierto sin signos de violencia, pero el interior estaba revuelto y desordenado. A pesar de que no encontraron objetos de valor para llevarse, los delincuentes causaron daños considerables al trastear en el vehículo. A Peláez le frustró especialmente que le hubieran estropeado la cerradura del coche, lo que requirió llevarlo al taller para su reparación. 

Alberto Espejo, otro afectado por los recientes asaltos en vehículos, compartió su experiencia en Maro. Narró que estaban en la zona por la noche, hasta alrededor de las 23.30 horas. Alberto y sus amigos decidieron quedarse en Maro debido a que eran dos coches en total. Mientras uno de los amigos de Alberto permanecía allí, los demás se aventuraron a disfrutar del plancton en la playa. Aproximadamente a las 22.00 horas, subió a la zona con sus amigos y se encontró con la situación alarmante. Espejo recibió una llamada de alerta sobre los robos y rápidamente subió para unirse al grupo.

Imagen de uno de los asaltos vandálicos en las playas de Nerja

La situación era crítica, con varios vehículos habiendo sufrido daños y robos. Los vándalos habían roto los cristales de los coches, incluyendo el de Alberto, causando daños tanto en el exterior como en el interior del vehículo. Ante esta escena, llamaron a la policía, quienes indicaron que no podían intervenir sin testigos presenciales. Sin embargo, la noche ya estaba avanzada y la falta de señal de teléfono complicó la comunicación con las autoridades. Después de múltiples llamadas, finalmente contactaron al seguro para coordinar la asistencia y la grúa. El coche fue llevado a Vélez y luego a la casa de Alberto en Nerja, mientras que él y su novia acudieron a la Policía Nacional para presentar la denuncia.

"La experiencia en la comisaría fue frustrante, ya que el proceso de denuncia parecía complicado", explicó. Finalmente lograron presentar la denuncia, especificando los daños tanto en la luna como en el interior del vehículo.

Las autoridades locales hacen hincapié en la importancia de tomar precauciones adicionales, como evitar dejar objetos de valor en los vehículos y mantener un nivel elevado de vigilancia en todo momento. Las autoridades instan a cualquier persona que sea víctima de un robo o testigo de actividad sospechosa a informar de inmediato a las fuerzas del orden y presentar una denuncia formal. La cooperación entre la comunidad y las autoridades es fundamental para abordar este problema y restaurar la sensación de seguridad en las playas de Nerja.