El tranvía de Vélez-Málaga acaba en el 'paro'

Hace hoy cinco años que el tranvía de Vélez-Málaga recorría sus primeros metros. El que era único en Andalucía se ponía en funcionamiento para unir este núcleo urbano con Torre del Mar. Ayer comenzó la cuenta atrás para su despedida. Cerca de 40 millones de euros que las administraciones han invertido en una infraestructura a la que nunca le salieron lo números. "Es una decisión que nunca hubiera querido tomar", decía ayer el alcalde, Francisco Delgado Bonilla (PP) en el momento en que anunciaba la paralización del servicio antes del 1 de noviembre. Tenerlo parado supondrá un ahorro anual de 1,7 millones de euros, aseguró el regidor, quien culpó a la Junta de Andalucía de "no querer mover ficha para que el tranvía siga funcionando". "No puede dejar abandonado a su suerte al primer tranvía de Andalucía", recalcó.

Durante la mañana, Delgado Bonilla se reunió con los representantes de la empresa concesionaria, Travelsa, y con el delegado provincial de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, Enrique Benítez, para pedirle ayuda económica para garantizar la viabilidad del servicio ya que el Ayuntamiento "no puede seguir en solitario manteniendo su explotación". Según explicó lo que solicitaba el Ayuntamiento al Gobierno andaluz es una aportación de 45 céntimos por billete para hacer frente al incremento de la tarifa técnica, que ocasiona el pago del tercer tren que se adquirió para la entrada de la segunda fase. La puesta en marcha de este tramo de poco más de un kilómetro incrementaría el coste del servicio a 2.613.000 euros, lo que el Consistorio tendría que asumir cada año para el mantenimiento de este transporte. Actualmente, la administración local adeuda a Travelsa 1,6 millones de euros, y se preveía que el próximo año, si se ponía en marcha la segunda fase del trazado, el pago anual a la empresa estaría en torno a los 2,6 millones. Una cifra "inasumible" ya que supone casi el nueve por ciento del presupuesto municipal. Así, de acuerdo con la empresa, se ha optado por detener el servicio para evitar que siga generando costes.

No obstante, el Ayuntamiento deberá seguir abonando casi 2 euros por viajero en concepto de compensación de la tarifa técnica y para hacer frente al pago de las tres unidades del tranvía. "Me he visto obligado por responsabilidad y para garantizar la viabilidad económica del Ayuntamiento, la propia prestación del servicio de transporte y no poner en riesgo otros servicios municipales", sentenció el alcalde. Delgado Bonilla anunció que para compensar la paralización del servicio del tranvía se va a incrementar el servicio de autobuses urbanos, reduciendo el intervalo de paso de estos entre 10 y 15 minutos. Incluso apuntó la posibilidad de incrementar las rutas en la costa y bajar el precio del billete que actualmente es de 1,30 euros.

Las reacciones no se hicieron esperar. La delegada del Gobierno andaluz en la provincia de Málaga, Remedios Martel, lejos de recoger el guante lanzado por el regidor popular y de abrirse a financiar parte de los costes derivados por el tranvía, cerró esta opción. A su juicio, la decisión adoptada sólo se justifica "por la escasa apuesta por los servicios públicos del PP".

La delegada recordó que esta infraestructura fue financiada por la Administración regional, quedando en manos del Ayuntamiento su explotación y su gestión, con lo que cualquier déficit "es competencia municipal, siendo la Corporación el organismo encargado de solucionar o promover las soluciones adecuadas para solventar sus problemas". "Llama la atención que después de varios años de funcionamiento, sea ahora el recién elegido alcalde del PP el que ha decidido la paralización del tranvía, medio que fue criticado en varias ocasiones por el actual regidor en su etapa en la oposición municipal", dijo Martel. "Delgado Bonilla debe asumir, en lo bueno y en lo malo, lo que significa ser alcalde y gestionar a sus ciudadanos. Tiene unas responsabilidades municipales y no puede escudarse en otros cuando adopta decisiones de amplia repercusión social", apostilló.