Sociedad

Dolores Jiménez, 80 años tocando el acordeón en Ronda, "la alegría de la calle"

Dolores Jiménez tocando el acordeón. / Javier Flores (Ronda)

Escrito por

· Javier Flores

La alegría de la calle. Así denominan las vecinas a Dolores Jiménez, una rondeña de 90 años que a diario toda el acordeón en su casa o en el supermercado de su hija que está ubicado a pocos metros de su domicilio.

Dolores nunca fue a una escuela de música o tomó clases, pero desde pequeña le llamó la atención este instrumento que tocaba su hermano Diego y cuando tenía unos 12 años comenzó a hacer sus primeros sones con este instrumento musical. "Siempre me llamó la atención y comencé a tocarlo hasta que aprendí, pero fue todo de oído", explica Dolores.

Una afición que conservó en el tiempo y que no dejó, aunque no tenía un acordeón demasiado bueno. "Parecía medio de juguete", dice una de sus hijas, por lo que decidieron comprarle a su madre un acordeón de piano hace unos diez años que se convirtió en su inseparable.

Dolores Jiménez con su acordeón en el supermercado de su hija. Dolores Jiménez con su acordeón en el supermercado de su hija.

Dolores Jiménez con su acordeón en el supermercado de su hija. / Javier Flores (Ronda)

Los clientes del supermercado y los vecinos son los que disfrutan de sus acordes a diario. "Todos los días toco", señala, al tiempo que recuerda que durante el Covid también decidió animar con sus melodías. Tras los aplausos para apoyar a los sanitarios y todos aquellos que luchaban contra la pandemia en los peores días de la misma y con las restricciones de salir a la calle ella ofrecía un pequeño recital de sus canciones para contribuir a levantar los ánimos. "Suena muy bien y se escucha en toda la calle" dice.

"Estaba escuchando a la artista y entré para verla", dice una de las vecinas que pasaba por la puerta del supermercado mientras Dolores tocaba su acordeón.

La actuación no siempre es en público, ya que en muchas ocasiones lo hace en su casa otras dos vecinas que se reúnen a diario, aunque los sones sí que llegan al exterior. "Las vecinas me decían que se escuchaba como un acordeón al pasar por casa de mi madre y preguntaban quién lo tocaba", explica su hija.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios