El acuartelamiento de Montejaque acogió ayer el acto de despedida del contingente de la Legión que en las próximas semanas partirá hacia Mali para participar en la misión que la Unión Europea desarrolla en este país para apoyar a su ejército en la lucha que mantiene contra el terrorismo islamista.

Unas instalaciones a las que acudieron una gran cantidad de familiares que quisieron acompañar a sus seres queridos en la despedida oficial, aunque la partida hacia el país africano se iniciará el próximo 21 de noviembre, fecha en la que viajará el primer grupo de legionarios.

Allí, en la denominada “frontera avanzada” de Europa, los legionarios se encargarán de dar protección al equipo de entrenadores que se dedican a mejorar la formación y entrenamiento de los uniformados malienses en diferentes ámbitos.

En esta ocasión, el contingente español estará formado por unos 240 efectivos, siendo la mayoría de ellos integrantes de la X Bandera de la Legión con base en Ronda, que ayer ya lucieron los uniformes de camuflaje que vestirán durante los seis meses que ocupa su misión en la base de Kulicoro.

Serán la imagen de España en el exterior

El general jefe de la brigada de la Legión, Marcos Llago, destacó la importancia que tiene la misión que van a desarrollar bajo paraguas de la Unión Europea, al tiempo que destacó la perfecta preparación específica que han tenido durante los últimos meses para afrontar su trabajo en el país africano.

De igual modo, también recordó que ellos serán la imagen que se transmita de España en el exterior, algo que consideró que supone una responsabilidad añadida a la que ya conlleva la propia misión. “Sois la imagen de España, tenéis que ser los mejores embajadores de nuestro ejército y nuestra sociedad, preservando nuestro prestigio en el exterior”.

Durante este tiempo han tenido que reproducir al detalle el trabajo diario que tendrán que desarrollar, como dar seguridad a la base, cambios de entrenamiento o encargarse de las labores de vigilancia. Una preparación que concluyó recientemente con una maniobras conjuntas que se desarrollaron en el campo de maniobras de Navetas.

Ahora también se procederá a concentrar a la totalidad del contingente en la base rondeña en las semanas previas al desplazamiento, incorporando los equipos de transmisiones o los efectivos de Infantería de Marina que también participarán en el mismo.

Sin riesgo elevado pero la base ya sufrió un ataque

Aunque en la actualidad no existe un alto riesgo en la zona en la que serán desplegados, la base ya sufrió un ataque que tuvo que ser repelido por los militares españoles que en ese momento se encontraban custodiando las puertas de entrada a la misma.

Por ello, a pesar de no existir un riesgo elevado, se incide en la necesidad de extremar la vigilancia al máximo, ya que cualquier pequeño error puede ser aprovechado por una amenaza que está latente.

A tal punto llegan las medidas de seguridad que expertos en la detección de explosivos se encargan de examinar cada uno de los vehículos que tienen que acceder a la misma, aunque ello llegue a implicar el mover un camión completo cargado de botellas de agua.

Además, para tener una mayor información de la zona se han realizado varios viajes de los mandos del contingente a la base en la que se desplegarán. El objetivo es conocer sobre el terreno la realidad, aunque aseguran que no han encontrado una gran diferencia con la situación que se vivía cuando desplegó allí un contingente de Caballería que también tiene como base el acuartelamiento de Ronda.

No será la única misión que afrontarán los legionarios fuera de las fronteras españolas, ya que también está previsto el despliegue en Mali y la Bandera de Operaciones Especiales lo hará en Afganistán e Irak, por lo que una importante cantidad de legionarios desarrollarán trabajos en el exterior en misiones de estabilización y conservación de la paz.

La unidad del ejército se encamina a su primer centenario

Todo ello cuando esta unidad de élite del ejército español se encamina hacia sus 100 años de historia, por lo que está previsto que se desarrollen diferentes actos conmemorativos que se organizarán mientras duren estas misiones por los efectivos que se quedarán en las bases situadas en territorio nacional.

Mientras tanto, los familiares viven con cierta tranquilidad la partida de sus seres queridos, sabedores de la importante preparación que han realizado y su profesionalidad, aunque tendrán que estar alejados de ellos durante medio año. Eso sí, las nuevas tecnologías aseguran que hacen más llevadera la separación y casi a diario pueden mantener el contacto.

Además, los componentes del contingente Mali van a recibir la denominada bandera de mochila que les será entregada por la Asociación Amigos de la Historia Militar Retógenes. Y es que esta pequeña bandera personal para la mochila de combate es una antigua tradición en el ejército español que están comenzando a recuperar algunas unidades para sus misiones.