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Los 101 kilómetros de la Legión, una operación militar en toda regla

  • Los legionarios afrontan la prueba como si se tratase de crear un corredor humanitario para miles de personas

  • Despliegan puntos con miles de litros de bebidas, comida fría y caliente y asistencia sanitaria 

Puesto de socorro prestando atención a diversos corredores.

Puesto de socorro prestando atención a diversos corredores. / Javier Flores (Ronda)

Los 101 kilómetros de la Legión en Ronda son una de las pruebas más esperadas del año y 9.000 corredores entre ciclistas y marchadores tendrán la ocasión de disputarla este año. No obstante, son más los que se quedaron fuera y no podrán participar, y es que unas 24.000 personas trataron de conseguir uno de los dorsales disponibles y que se agotaron en menos de cinco minutos.

Y mientras los corredores entrenan y se preparan, los legionarios afrontan la preparación de la prueba con una operación militar en toda regla, como un entrenamiento más de los muchos que realizan a lo largo del año dentro de su preparación. En concreto, los 101 se abordan como si se tratase de poner en marcha un corredor humanitario por el que van a ser evacuadas miles de personas.

A partir de ese momento se pone en marcha toda la maquinaria de la unidad para poder contar con todo lo necesario para que la marcha se desarrolle con seguridad y se atiendan los más rápido posible todas las incidencias que puedan producirse.

Para ello se realizar inspecciones previas del recorrido cada año para comprobar la situación de los caminos y, en caso de ser necesario, realizar actuaciones de acondicionamiento o buscar vías alternativas.

Preparación de fruta en uno de los puntos de avituallamiento. Preparación de fruta en uno de los puntos de avituallamiento.

Preparación de fruta en uno de los puntos de avituallamiento. / Javier Flores (Ronda)

Precisamente, este año se ha producido una de esas incidencias, ya que, debido a la coincidencia con la celebración de la romería de Montejaque, los ciclistas no pasarán por la mítica ermita, por lo que han sido desviados hacia el Peñón del Mures, un camino que su trazado original estaba perdido en algunas zonas y que los legionarios se han tenido que encargar de abrir y acondicionar para hacer posible que pueden circular las bicicletas por este punto que tendrán pendientes de hasta un 27% y que se encuentra en la parte final del recorrido.

Además, con anterioridad a la prueba se hace un despliegue de las unidades que participan en la organización para comprobar que todo funciona adecuadamente. Y es que próximo fin de semana 900 legionarios apoyados por efectivos de Protección Civil, Guardia Civil y policías locales estarán sobre el terreno para garantizar la seguridad de los corredores y que los participantes únicamente se tengan que encargar de tratar de regular sus fuerzas para conseguir llegar al final del recorrido dentro de el plazo de 24 horas marcado como límite máximo.

Para ello también es necesario desplegar una gran logística que permita tener todas las instalaciones listas antes del paso de los deportistas, por lo que desde días previos se trabaja para tenerlo todo a punto, tanto en las instalaciones de la base rondeña como en los diferentes puntos del recorrido.

Una operación que cuenta para ello con 34 camiones, 25 vehículos todoterreno, 6 motos todoterreno, 3 camiones aljibe para suministro de agua, 25 tiendas de campaña, 220 mesas y 10 remolques aljibe.

Remolque aljibe situado en el recorrido. Remolque aljibe situado en el recorrido.

Remolque aljibe situado en el recorrido. / Javier Flores (Ronda)

Un material que servirá para preparar la señalización del recorrido, la puesta en servicio de los 4 puestos de socorro o los puntos de avituallamiento cada cinco kilómetros en los que se distribuirán 34.000 litros de agua embotellada, 25 litros de bebida isotónica, 27.000 naranjas, 23.000 plátanos, 1.000 kilos de verdura, 17.500 dulces, 13.000 barritas energéticas, 3.600 tabletas de chocolate, 10.000 geles de hidrato de carbono, 2.250 botellas de refresco de cola de 2 litros, 23.500 sandwiches, 3.200 litros de café, 1.800 kilos de macarrones y 1.440 kilos de filetes de pollo empanado.

Y es que mantener la alimentación adecuada de los participantes es otra de las premisas, ofreciendo comida fría y también caliente en algunos tramos. Una comida o bebida caliente que se encuentra ya en la parte final del recorrido cuando la noche cae y el frío la Serranía suele aparecer aunque durante la jornada se hubiesen producido altas temperaturas.

También la atención sanitaria es otro de los aspectos destacados, con presencia de enfermeros, médicos y fisioterapeutas, ambulancias de soporte vital básico, soporte vital avanzado, 4 UVI móviles y puntos de aterrizaje de helicópteros localizados por si fuese necesario su empleo para realizar una evacuación.Todo ello también requiere el despliegue de una unidad de comunicaciones que hace posible la coordinación de todo el despliegue.

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