Semana Santa

Brillantez y solemnidad en el día grande

  • El Ecce-Homo, la Vera Cruz y Nuestro Padre Jesús, el Señor de Ronda, protagonistas de la jornada

EL Jueves Santo rondeño, el día más importante de la Semana Santa en la ciudad del Tajo, dejó una jornada para el recuerdo, con la salida de tres hermandades, entre ellas la que más devoción levanta entre los fieles, Nuestro Padre Jesús. El buen tiempo se alió con las agrupaciones y permitió vivir un gran Jueves Santo en el que las principales calles de la ciudad presentaron un lleno casi absoluto al paso de los desfiles. La jornada comenzó a las 19:30 con la Hermandad del Ecce-Homo, que por segunda vez salió desde el santuario de María Auxiliadora, junto al Ayuntamiento rondeño. Como cada año, el gran atractivo fue la presencia en la comitiva de una nutrida representación de legionarios pertenecientes al Tercio Alejandro Farnesio IV, con sede en Ronda. Fueron ellos quienes acapararon la mayor cantidad de flashes, y especialmente el grupo que portaba al Cristo de la Buena Muerte.

La imagen protagonizó varios instantes de gran emotividad, como su paso por el emblemático Puente Nuevo o por la plaza de toros rondeña, desde donde le cantó una saeta uno de los ganadores del concurso de esta disciplina organizado por la hermandad. En el recuerdo de todos también estuvieron muy presentes los legionarios destinados a Iraq, que partieron el pasado mes de febrero para instruir a los militares de aquel país en su lucha contra el Estado Islámico.

Los militares regalaron a los presentes a lo largo del recorrido y en varias ocasiones algunos de sus cánticos más populares, como el Novio de la Muerte. Del mismo modo, cada pocos metros realizaban una parada para hacer una exhibición con sus armas, algo que sorprendió especialmente a los turistas que veían esta procesión por primera vez.

Posteriormente, y sin dar un respiro a quienes presenciaron esta salida, tuvo lugar otra. La de la hermandad de la Vera Cruz, que parte a escasos metros del Ecce-Homo, desde la Colegiata de Santa María la Mayor. Este hecho, junto al escaso margen de tiempo que existe entre el inicio de ambos desfiles, provocó que el inicio de uno y el final de otro casi se unieran, por lo que la Vera Cruz tuvo que esperar unos minutos a que la procesión que la precedía avanzara.

Al margen de estos desajustes, la Vera Cruz protagonizó una de las procesiones más solemnes, con sus penitentes vestidos de un riguroso negro y algunos de ellos entonando oraciones durante todo el recorrido. La música es otro elemento que contribuye a crear esa sensación de recogimiento, ya que esta hermandad no lleva acompañamiento de ninguna banda, como suele ser habitual, sino el de un trío de música de capilla delante del paso del Señor del Perdón y otro delante del de María Santísima de las Penas, además de una escolanía. Como colofón al brillante Jueves Santo, Ronda se rindió a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús y a la imagen del mismo nombre, conocida en el mundo cofrade local como el Señor de Ronda. Se trata de una de las cofradías con más miembros, 1.130, y la que más rondeños haciendo penitencia lleva tras sus pasos.

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