Semana Santa

Expiró el susto de la lluvia para brindar un Miércoles Santo pletórico

  • Las siete cofradías y sus 15 tronos completaron sus recorridos procesionales amenazados por una pasajera llovizna

  • El Rico realizó su tradicional liberación del preso y Fusionadas estrenó casa hermandad

Público protegido con paraguas a la espera de la salida del Cristo de la Expiración.

Público protegido con paraguas a la espera de la salida del Cristo de la Expiración. / Domingo Mérida (Málaga)

Nada hacía presagiar que cayera una sola gota de agua tras la aciaga tarde del Martes Santo. Un sol de justicia recibía a los primeros penitentes en puntos dispares del extrarradio del centro, en el entorno de la calle Ayala y en Capuchinos. Así que las primeras hermandades del Miércoles Santo salieron sin miedo para iniciar sus desfiles procesionales. Pero, a última hora de la tarde, un arcoíris en el cielo aseguraba que en algún punto cercano estaba lloviendo. El susto fue grande, más aún cuando empezaron a caer las primeras gotas.

Afortunadamente, no ocurrió como el día anterior y, en vez de ir a más, llegó el viento para despejar las pocas nubes que se cernían sobre la ciudad y dejar paso libre a la jornada del Miércoles Santo que comenzó con la más joven de las cofradías agrupadas, Mediadora, la responsable de inaugurar el recorrido oficial.

Desde muy cerca del colegio San Bartolomé y el Santurario de María Auxiliadora, en Capuchinos, recogió el testigo el recogimiento de Salesianos que tuvo, como cada año, el respaldo de su barrio. Y no solo bajo el varal o en las filas de penitentes, también en el público que la seguía con devoción, que tocaba la caja del trono, que pedía emocionado al hermoso conjunto presidido por el Cristo de las Penas.

El preso que la cofradía del Rico libera delante del trono del Nazareno. El preso que la cofradía del Rico libera delante del trono del Nazareno.

El preso que la cofradía del Rico libera delante del trono del Nazareno. / Javier Albiñana (Málaga)

Cuando Salesianos atravesaba Ollerías para introducirse en el casco histórico, las Reales Cofradías Fusionadas estrenaban casa hermandad y dejaban atrás la bella estampa de su salida desde la iglesia de San Juan. Durante dos horas de reloj estuvieron las puertas de la hermandad abiertas para permitir la salida de los cuatro tronos, desde Jesús de Azotes y Columna hasta Nuestra Señora del Mayor Dolor.

Mientras, en la calle Victoria, el Rico se reencontraba con su devotos y en la plaza del Obispo se cumplía una de las tradiciones más arraigadas de la Semana Santa malagueña, la liberación del preso. Y en la plaza San Francisco, tan imponentes como siempre, por unas calles que se empequeñecen con dos tronos de semejante calibre, Nuestro Padre Jesús de la Puente del Cedrón y la Virgen de la Paloma salían hacia Carretería, por suerte con las obras terminadas, acompañados de autoridades.

El conjunto escultórico de la Sangre. El conjunto escultórico de la Sangre.

El conjunto escultórico de la Sangre. / Marilú Báez (Málaga)

La cofradía de la Sangre, la más antigua de la Agrupación, reunió a numeroso público para ver su complicada salida de la calle Dos Aceras. Poco después, tuvieron que cubrir el manto de la Virgen de Consuelo y Lágrimas con plásticos por la suave llovizna que empezaba a mojar el delicado terciopelo bordado.

Expiración, que este año había adelantado su salida a las 21:15, no consiguió cumplir con su horario. Con la cruz guía ya fuera, los tronos se mantuvieron dentro de la casa hermanda y se contempló la posibilidad de no realizar su recorrido por el temor a un chaparrón como el de la noche anterior. Sin embargo, la comisión de aguas descartó el peligro y la hermandad se echó a la calle con la solemnidad acostumbrada. Con la Virgen de los Dolores Coronada se cerró un Miércoles Santo completo con 15 tronos y miles de participantes en los cortejos.

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