Semana Santa

Tras la Magna de Málaga

  • No ha sido un sueño, tu cuerpo lo nota, no es solo el cansancio que aún perdura si no la sensación de haber vivido algo grande. No fue un sueño porque lo vivimos

  • El otoño convertido en primavera

La procesión Magna, en su recorrido por el Paseo del Parque.

La procesión Magna, en su recorrido por el Paseo del Parque. / Javier Albiñana

NO ha sido un sueño, tu cuerpo lo nota, no es solo el cansancio que aún perdura si no la sensación de haber vivido algo grande. No fue un sueño, la ropa huele a incienso, las estampitas y el romero no han llegado solas a casa. No fue un sueño porque lo vivimos, pero lo que vivimos si fue un sueño hecho realidad. Había muchas ganas de un día así y en la memoria ya queda esta Magna del centenario de la Agrupación.

Los horarios

Con puntualidad daba comienzo la jornada. La ida marchaba a muy buen ritmo. A la vuelta ya surgieron algunos retrasos, bien por incidencias como las sufridas por la Sentencia o El Rico, o bien por el ritmo de la misma hermandad, véase la Cena, que entraba en Santo Domingo a las 1:15. La larga jornada, 16 horas y 35 minutos de procesiones, marcó su fin a las 4:05, ya con el nuevo horario en vigor, cuando Dolores Coronada entró en su casa hermandad.

El tiempo

Una jornada de auténtica primavera, con hasta calor por momentos. Un leve chispeo mínimo caía en Larios cuando Dolores Coronada volvía. Más fueron los pétalos que le cayeron más adelante y no faltó Pasan los campanileros.

Los cortejos

Hermanos con velas, acólitos, bastones, guiones, el pendón morado de Castilla, representaciones de hermanos honorarios, los caballos de la Guardia Civil. Cortejos que muestran la realidad de cada hermandad. Es muy destacable el esfuerzo de los portadores ante el exigente recorrido. Mención especial a las bandas, se consolidan las de siempre y las que debutaron fueron muy bien acogidas. Todas demostraron un altísimo nivel.

Que importante es que cada hermandad sea fiel a su estilo hasta en las extraordinarias. Dolores de San Juan nos dejó estampas únicas, hasta algunas de las monjas aplaudieron cuando la Virgen se marchaba del convento con su marcha.

Los tronos

Daba gusto ver cada trono. Esas obras de arte andantes, tan particulares y tan distintas. Contrastes que sólo apreciamos en nuestra ciudad, del barroco, pasando por el carrete malagueño, los inmensos tronos de Virgen o las joyas de Sepulcro y Resucitado. Los nuevos que se están haciendo, como el de Pollinica o el proyectado por la Sentencia aseguran un altísimo nivel. Mucha gente joven que debutó bajo los varales. El futuro pasa por ellos y por innovaciones técnicas como los varales de fibra de carbono de Dolores Coronada, eso y el segundo relevo de portadores hizo que volviera como nunca.

La gente

Había ganas de procesiones y se notaba en la calle. Desde primeras horas hasta el final hubo muchísima gente. En la plaza de Enrique Navarro no se recordaba tanta gente pese a ser tan tarde. Málaga es una ciudad muy cómoda para ver procesiones, puedes desplazarte prácticamente sin problemas y verlo todo. Muchos cofrades de otras poblaciones nos quisieron acompañar en esta jornada. Los que no pudieron venir lo seguían a través de Internet. Y lo disfrutaban pese a la distancia distancia. Muchos abrazos, reencuentros. Echar de menos.

Las emociones

Cada cual podría escribir un libro de lo vivido ayer. El particular Domingo de Ramos que suponía la salida de Pollinica se recibió con un gran aplauso en toda la calle.

Por videollamada, una señora llevaba ese momento a un familiar, mientras San Juan , desde el trono, parecía mirarte y decirte algo.

Las caras de felicidad y de ilusión lo decían todo. Los nervios se habían manifestado en muchos casos desde el viernes y a muchos les costó dormir la noche previa. La noche de Reyes para los cofrades. Emocionarte al ver a tu Cristo o a tu Virgen o simplemente recordar o acordarte de esa persona que hoy no podía estar. Lágrimas al paso de la Buena Muerte y constatar que la ciudad seguía viva cuando junto a los legionarios hubo quien cantó El novio de la muerte.

Asombrarte cuando algunos tronos como Sentencia y Esperanza en su Gran Amor andarán de lujo. Ojalá el binomio Sentencia y Virgen de los Reyes fuera eterno.

La emoción de ver nuevamente a la Esperanza recorriendo su barrio. Descubrir lo bien que le sienta la noche al Resucitado, disfrutar del entorno del ayuntamiento y Alcazaba mientras el Descendimiento marchaba hacia el centro.

Disfrutar como un niño chico en Casapalma con el Rescate, ver bajar Mariblanca al Señor de la Columna, escuchar “Malacitana” tras Consolación y Lágrimas, a la que por cierto le sienta de lujo el sol.

Ahora queda ver redifusiones, poner al día las conversaciones de WhatsApp, ya que ayer sólo se atendió lo imprescindible. De ver esas fotos que hacemos. Y de poner orden y concierto a todo lo vivido. Las pilas las llevamos cargadas para una buena temporada.

Día de muchas emociones, de mucha carga sentimental, de volver a ser lo que somos. De pensar que en abril será Semana Santa.

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