Vélez-málaga

Noche de encuentros

  • El Martes Santo se hace barrio gracias a tres hermandades que consolidan un día redondo

EL Martes Santo Vélez-Málaga se hace barrio. Se afianza la sabia nueva cofrade y se sellan vínculos. Tres hermandades que han conseguido consolidar un día redondo en cuanto a recorridos y momentos para recrearse. Desde Los Olivos y El Paseo Nuevo buscan a la Señora de La Carrera para ya juntos internarse en el centro histórico. El primero en echarse a la calle fue Nuestro Padre Jesús en su Presentación al Pueblo, Ecce Homo. Salió poco después de las 17:00 desde el la parroquia de San José en cuyo interior, como ya es tradición, efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos encendieron los cuatro pebeteros que caracterizan a este sobrio trono. El portón se abrió y cayó una petalada mientras sonaba el himno nacional interpretado por la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Encarnación de Osuna que el pasado año acompañó por primera vez al Titular. Ocho horas de recorrido le esperaban a sus hermanos que cada vez lleva más penitentes engrosando sus filas. Las túnicas burdeos, - el capillo blanco ajustado con corona de espinas completa la indumentaria- se iban internando en el centro histórico. El Paseo Nuevo esperaba para el ansioso encuentro con la Virgen de Los Dolores. Es ahí, cuando Ella sale de su tinglado, y se cruza con el Ecce Homo. Emocionante la unión que mostraron las horquillerías de ambas cofradías y cuya sensibilidad transmitieron al resto del público.

El Ecce Homo continuó su camino hacia Félix Lomas donde se encuentra la antigua iglesia del Monasterio de Nuestra Señora de Gracia, conocido popularmente como Las Claras, donde se constituyó la hermandad. Ya de noche, los pebeteros alumbraron las calles de Vélez-Málaga que se disponía a vivir su segundo día grande.

Desde La Carrera, la venerada imagen tallada por Luis García Quero, inició su salida penitencial de la que acaba de clausurar los actos de 30 años como cofradía independiente. Sobriedad y elegancia describen a Los Dolores que tantos devotos la siguen por su discurrir en el casco antiguo. Silencio para pasar por una de las estrechas calles del centro histórico, en la que sólo se escuchaba al capataz dirigiendo la maniobra del trono para evitar la proximidad del palio a los balcones. Y allí bajo los sones de la Agrupación Musical Las Golondrinas peregrinó, ya con la noche encima, en su renacentista cajillo de plata repujada y con su negro manto de terciopelo.

Desde Juan Barranquero arrancó el cortejo de la Venerable hermandad de Culto y Procesión y cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Coronado de Espinas y María Santísima de la Salud. Cuarto año en iluminar el Martes Santo tras ingresar como cofradía agrupada en 2011. Ayer se volvió a ver en la calle el esfuerzo y humildad con la que trabajan sus hermanos para sacar a este Cristo que representa el momento en que burlado por los soldados es coronado de espinas, con capa burdeos y caña en la mano. Este año ha vuelto a engrosar sus filas de penitentes. Emotivo el íntimo acto que la Cofradía tuvo en su barrio cuando el párroco Francisco Sánchez bendijo la calle que lleva su nombre. Sonaba Consolación y Lágrima para continuar con En Triana. Impresionante la subida del trono en calle Arroyo con la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de la Caridad de Vélez-Málaga, que cambia de estilo con respecto el pasado año que apostó por agrupación musical. Emocionante encuentro con el Ecce Homo en calle Salvador Rueda y la entrega de ramos flores entre las tres cofradías del Martes Santo símbolo del hermanamiento que existe entre ellas.

Por otra parte, tres cofradías centran el Miércoles Santo en Vélez-Málaga, Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto y María Santisima de los Desamparados (Antigua Concepción), la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y María Santísima de Gracia y Perdón y la Hermandad y Cofradía de Culto y Procesión de Nuestro Padre Jesús Cautivo de Medinaceli y Santa María Magdalena

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