La primavera se hizo presente en Málaga, y de qué manera. Los barrios esparcieron fe a raudales durante una mañana del Sábado de Pasión que comenzó al alba. En Gamarra, la Virgen del Buen Camino estuvo expuesta en devota veneración en la parroquia de la Purísima. A las 11:00, las actuaciones del coro Aire Andaluz y Miguel Ángel Vargas precedieron el rezo del Ángelus a una Dolorosa muy singular. Las manos sobre su pecho dotaban de mayor expresividad a la imagen mariana. El sencillo pero certero altar se exornó de forma especial con la ofrenda floral que realizó el grupo de baile de Marisol Egea.

Barrio de la Trinidad

Pero la ciudad, una vez más, cayó rendida a los pies de Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad Coronada durante la exposición de los sagrados titulares en la casa hermandad de la corporación. Ambas imágenes fueron trasladadas desde el interior de la iglesia de San Pablo hasta sus dependencias, en las que serán entronizadas para recibir la visita de hermanos y devotos en Semana Santa.

La cofradía organizó a los feligreses en una fila ordenada en la que no se permitía el acceso al interior de la casa hermandad. La calle barrera de la Trinidad estaba cortada a la altura de la plaza de Bailén para que solamente se pudiera acceder a la misma en un único sentido, y así evitar las aglomeraciones. El Señor de la túnica blanca y su Madre de la Trinidad, sobre los mismos pedestales con los que presidieron la misa del alba, recibieron esos claveles que cada año caen desde los balcones en su traslado por las calles más señeras del barrio y en sus visitas al Hospital Civil. Cuánto han echado de menos a las sagradas imágenes el personal y los enfermos del centro sanitario en este año.

Los fieles esperan para venerar a Jesús Cautivo y la Virgen de la Trinidad en la casa hermandad.

Sin embargo, la música si quiso llegar hasta el hospital. La Banda de Música de la Esperanza ofreció un concierto restringido en el patio para las personas ingresadas. Una corporación comprometida con los más necesitados y también con los pequeños. Con firmes ‘Pasos de Esperanza’, la archicofradía dio a conocer a los niños cómo se realizan las labores de albacería, montaje de los tronos o cuidado del patrimonio.

En la calzada de la Trinidad se encontraba el grupo parroquial de Llaga y Buena Fe en la parroquia de la Santísima Trinidad. Al son de marchas procesionales enlatadas, Jesús Nazareno de la Llaga y María Santísima de Buena Fe estuvieron más cerca que nunca de sus hermanos. El Nazareno que abrazaba la cruz fue testigo de honor de la presentación de su nueva túnica que se realizó tras la misa de la tarde.

Corporaciones de vísperas

La bella Dolorosa de la Encarnación y Amor Divino lució espectacular en la iglesia de la Purísima Concepción con una singular corona de plata y un gran puñal que atravesaba el corazón que sostenía en su pecho. Por su parte, Nuestra Señora de los Desamparados, puso el toque justo de solemnidad y austeridad a la jornada de la algarabía e ilusión previa a la Semana Santa. La virgen, ataviada de negro, estuvo custodiada por una densa candelería y ataviada con un tocado abierto.

Durante la jornada también se veneró a los titulares de Luz y Mar en la parroquia Virgen del Camino y San Andrés y a Jesús de la Verdad y la Virgen del Sagrario en el barrio de Carranque. Precisamente, estos titulares se presentaron sobre sus tronos procesionales, siendo la primera vez que la Virgen, nueva obra del artista filipino Wilfredo Tadeo Layug, puede contemplarse bajo palio.

Otras citas cofrades

Muchas cofradías de Málaga no renunciaron a un simbólico encendido de velas, como fue el caso de la cofradía del Rescate en su casa hermandad de calle Agua o la mayordomía de Lágrimas y Favores. Aunque una cita que tuvo especial relevancia, provocando la espera de numerosos fieles en la plaza de Fray Alonso de Santo Tomás, fue la imposición de la corona de espinas al Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Ánimas de la congregación de Mena. El piadoso acto culminó con una oración por los caídos de la legión.

Los cultos siguen sucediéndose en numerosas hermandades, que afrontan ya la llegada de una nueva Semana Santa cerca de sus titulares, y eso, para muchos, es ya todo un alivio. La pasión se desbordó un nuevo día en la ciudad de Málaga que ya espera poder inundarla de palmas que se bendecirán ante la presencia de Jesús a su entrada en Jerusalén y María Santísima del Amparo. Porque el sol brilla con fuerza en estos días, pero los corazones de los fieles cofrades prudentes y responsables de Málaga irradian más luz aún.