El Señor de Benalmádena

APENAS diez minutos después de la salida prevista, sobre las 20.45 horas, dio comienzo la procesión de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo, María Santísima de la Esperanza y Santo Domingo de Guzmán. El cortejo partió desde la casa de hermandad que está situada en calle San Miguel, en pleno corazón del pueblo, y recorrió las calles más conocidas del núcleo.

El Cautivo de Benalmádena, como es conocido popularmente, fue portado por unos 30 hombres de trono que se encargaron de mecerlo al ritmo de la banda de Almogía. Cientos de personas acompañaron la talla del Cristo por la avenida de El Chorrillo hasta hacer la curva con la avenida Juan Luis Peralta, uno de los momentos más esperados del recorrido. Sin embargo, la imagen de la noche se produjo en la calle Maestra Ayala, cuando los portadores tuvieron que ajustar al milímetro su paso para que el trono no chocase con las paredes y las flores que adornaban esta conocida vía. A pocos metros, y cerrando la procesión, se situaba el trono de la Virgen, que en esta ocasión "bailaba" sobre los hombros de unos cuarenta portadores. La imagen de la Virgen estaba enmarcada por un arreglo floral en tonos blancos que resaltaba bajo el palio y los adornos en plata.