Pocos minutos antes de las 11:00 de la mañana de este domingo, el patio de los Naranjos presentaba una larga cola de fieles que se adentraba en los primeros metros de la calle San Agustín. Los malagueños no querían perderse la misa por la festividad del Corpus Christi en la Santa Iglesia Catedral, presidida por el obispo de la diócesis, Jesús Catalá. Muchos se extrañaron al ver tal estampa a las puertas del templo y preguntaban extrañados, y es que aún queda mucho por hacer para conseguir que el Corpus Christi obtenga la importancia que merece en la capital.

Desgraciadamente, por el estricto control de los aforos que se realizó a la entrada del primer templo malacitano, algunos no pudieron entrar. A la ceremonia religiosa asistieron distintas asociaciones, movimientos, hermandades y cofradías de Málaga, y religiosos a través de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER).

Tras una densa nube de incienso, el obispo otorgó su bendición a todos los presentes al inicio de la santa misa acompañado de una música sacra. El altar mayor de la Catedral de la Encarnación mostró un aspecto exultante con un exorno de grandes centros de flores blancas. Las vidrieras parecían desprender más color que nunca en una jornada gloriosa y calurosa en la capital.

El obispo Jesús Catalá imparte la bendición al inicio de la ceremonia religiosa.

“La fiesta litúrgica del Corpus nos transporta a la última cena que hizo Jesús con sus discípulos, invitándolos a su mesa, para celebrar la pascua”, explicó el obispo de la diócesis. “Desde entonces, la eucaristía se ha convertido para todos los cristianos en el alimento verdadero, del que obtenemos las fuerzas para nuestra vida cristiana”, indicó Jesús Catalá.

En su homilía, el obispo quiso recordar que en esta jornada en España se celebra del día de la Caridad. “Esto nos exige acercarnos al hermano solicitado con afecto. El hermano necesitado es presencia de Cristo, es tocar la misericordia de Dios. Tocar las llagas de la humanidad es tocar las llagas de Cristo”, expresó Catalá.

De igual modo, la máxima autoridad eclesiástica de la diócesis invitó a celebrar la pascua de cada domingo y agradeció el servicio generoso de tantos fieles cristianos y de tantas personas de las parroquia, comunidades cristianas, hermandades, cofradías, asociaciones y movimientos eclesiales que, movidos por su fe, se comprometen con los más necesitados y excluidos de la sociedad.

Las naves catedralicias durante la misa en la festividad del Corpus Christi.

Al finalizar la ceremonia religiosa se realizó una procesión claustral por el interior de las naves de la Santa Iglesia Catedral. Jesús Catalá portó la custodia bajo un palio de respeto mientras que los fieles se arrodillaban a su paso.

Toques de fanfarria

Ya en el exterior de la Catedral, un cuerpo de clarines de la Banda de Cornetas y Tambores de Santa María de la Victoria interpretó los tradicionales toques de fanfarria, bajo la admiración y sorpresa de los asistentes que poco a poco abandonaban el templo y los malagueños y turistas que paseaban por las calles aledañas. Los componentes de la banda, desde uno de los balcones con vistas al patio de los Naranjos clamaron en honor y gloria al Santísimo, tal y como lo hicieran en la jornada anterior los miembros de la Banda de Cornetas y Tambores de las Reales Cofradías Fusionadas.

Además de esta celebración oficial, otras parroquias y corporaciones oficiaron una misa con motivo de la festividad del Corpus Christi. En el caso de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, presidida este mes por el Señor de la Sagrada Cena y su apostolado, las hermandades y cofradías que allí residen prepararon unos altares especiales para recibir al Santísimo Sacramento.