Semana Santa

Las cofradías de Arriba y Abajo reeditan correr las vegas

  • La Soledad puso el recogimiento en el cierre de la Pasión antequerana

Viernes Santo en Antequera, día grande, la ciudad se preparaba para vivir la segunda jornada de correr las vegas, en esta ocasión, con las cofradías de Arriba y Abajo, mientras Soledad también tenía prevista su salida procesional. Ninguna de ellas falló y la ciudad del Torcal vivió una gran jornada cofrade.

Es uno de los días más importantes de la Semana Santa antequerana, y en esta ocasión no defraudó. Cientos de personas esperaban el paso de La Paz (Abajo), mientras a poco tiempo salía Socorro (Arriba), ambas situadas sus sedes canónicas en pleno casco histórico antequerano y con la alcazaba como testigo en la zona alta de la ciudad. Bellas estampas las que pueden verse desde algunos puntos del recorrido, en especial, al paso de la cofradía de arriba por la puerta de la Alcazaba, desde el que puede apreciarse el casco urbano y la vega de Antequera.

Uno de los momentos más intensos de la noche se vivió en la plaza de San Sebastián, en la que se produjo un encuentro entre los tronos de las cofradías de Arriba y Abajo, ofreciendo una imagen de gran belleza para el público que abarrotó el espacio.

Todo ello era el preámbulo para vivir otra madrugá para correr las vegas, que transcurrió con normalidad y sin incidentes, a pesar de lo espectacular y arriesgado que pueda suponer el ver correr a los tronos de La Paz y Socorro. Eso sí, la experiencia de los hermanacos que los portan hacen que esta centenaria tradición se desarrolle sin incidentes, a pesar de que son muchos los visitante que se suman a la misma. Todo ello para bendecir las tierras de la vega desde las zonas altas de la ciudad.

Mientras tanto, la Soledad también completó su recorrido por las calles de la ciudad, ofreciendo una imagen de recogimiento ante la presencia de Jesús en el sepulcro.

Ronda vivió un gran Viernes Santo con la salida procesional de las tres últimas cofradías de Pasión: Remedios, Santo Entierro y Soledad. Todas ellas portadas a horquilleros, poniendo así contrapunto al inicio del Domingo de Ramos, cuando las tres cofradías lo hacen con costaleros.

La primera de las hermandades en realizar estación de penitencia fue la trinitaria cofradía del Cristo de los Remedios y Nuestra Señora de las Angustias, que fueron acompañadas por un sol radiante realzó las bellas imágenes que creó el imaginero Antonio Castillo; especialmente la salida por la escalinata de la iglesia de Santa Cecilia con su pared de piedra como decorado especial. Un momento que se repitió a su llegada al templo.

Ya por la tarde, el sepulcro dorado del Santo Entierro el que tomaba el relevo desde el Barrio de San Francisco. El largo cortejo procesional de esta hermandad partía para subir al centro de Ronda tras recorrer algunos de los puntos más bellos de la ciudad, pasando junto a las murallas o por el Puente Nuevo, todo ello resaltado por el atardecer que a la hora de su paso ya comenzaba a caer sobre la ciudad.

Mientras el Santo Entierro enfilaba su llegada al centro de la ciudad, desde la iglesia de la Merced la hermandad de La Soledad comenzaba su salida en otro de los momentos de especial interés. La larga escalinata y la necesidad de poner sobre los brazos al trono para salir del interior del templo hace que sea un momento de especial tensión que se rompió con un fuerte aplauso del público que llenaba los alrededores del templo una vez el trono de La Soledad descansaba sobre los hombros.

Encaminaban así las últimas hermandades rondeñas la recta final de la Semana Santa, que debe tener hoy su colofón con la salida del Resucitado, que espera poder procesionar y hacerlo por primera vez con dos pasos de costaleros, uno de ellos portado por mujeres.

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