"La coronación no ha hecho a la Virgen perder su esencia de barrio"

-¿Cuánto tiempo lleva vinculado a la cofradía?

-En esta llevo cuatro años. Pero vinculado al mundo cofrade desde que era pequeño. Es una pasión de siempre. Mi tío plantó en mí la semilla, sacaba a Jesús el Pobre de Vélez, me empezó a poner vídeos de Semana Santa y me aprendí todas las cofradías de Málaga y Sevilla. Empecé a salí de nazareno allí en Vélez y cuando llegué a Málaga descubrí la Virgen del Rocío.

-¿Qué le motiva a un joven para meterse en el mundo cofrade?

-Cada persona llega a una hermandad por un motivo diferente, puede haber gente que llegue por tradición familiar, por devoción o por amistad, porque ve buen ambiente en la hermandad... Eso siempre va a motivar la integración. Yo era devoto de la Virgen del Rocío, pero cuando decidí hacerme hermano me integré muy bien porque me abrieron las puertas, me acogieron como una familia.

-¿Hay juventud tomando decisiones en el Rocío?

-Sí, hay bastantes. A parte de una gran cantidad de hermanos, en el grupo joven estamos cerca de cuarenta. Gente que quieren participar de forma activa. También está entrando gente joven en la junta de gobierno, es de segunda generación, es bastante joven. Estamos asumiendo responsabilidades.

-En la coronación de la Virgen, ¿los jóvenes tuvieron una participación muy activa?

-Todos los adornos de las calles se hicieron gracias a los jóvenes, que fueron casa por casa, adornando, animando, comprando flores y guirnaldas...

-¿Qué aporta la juventud?

-La ilusión, aire fresco, quizás también más formación, tanto a nivel personal como cofrade. La juventud tiene más opciones, mejor acceso a internet, cualquiera de nosotros desde nuestro ordenador, podemos ver lo que se hace en otras ciudades, en otras cofradías, y todo eso genera más formación y más cultura al fin y al cabo.

-¿Os comparáis con otras Semanas Santas?

-En el Rocío no vivimos obsesionados comparándonos con otras Semanas Santa. Tenemos claro cuál es el sello de nuestra hermandad y todos tenemos claro que somos una cofradía, que somos Iglesia, y eso es algo universal que está por encima de todo. La devoción a Nuestro Padre Jesús Nazareno de los Pasos en el Monte Calvario y María Santísima del Rocío está por delante de cualquier parámetro geográfico.

-¿La renovación es clave?

-Las cofradías como grupo humano van cambiando constantemente y cualquiera puede caer en el error de no renovarse. A nosotros también nos podría pasar que el día de mañana no abriéramos las puertas a otros jóvenes, que nos estancáramos y tenemos que estar alerta para no caer en eso. En otras cofradías se nota que hay menos gente joven y eso repercute en todo, en menos vida de hermandad, menos nazarenos...

-La Coronación fue un momento único que os tocó vivir, ¿qué supuso para la cofradía?

-Fue mucho más de lo que esperábamos, tanto los preparativos como la propia coronación y el besamanos, fue el resultado de dos cosas, de la devoción que tiene la Virgen que nunca se ha perdido y del trabajo bien hecho de la cofradía. La clave fue que conseguimos que la gente sintiera a la Virgen como suya. La cofradía simplemente es la tesorera que tiene la responsabilidad de cuidarla, presentarla y ponerla al culto, pero la Virgen es de todos, de Málaga y de todo el que la quiera. Eso fue lo que se vivió. Lo que ocurrió en la coronación fue posible porque masas de gente se echaron a la calle, incluso no creyente, tenía ilusión, sabían que iba a pasar algo grande. La gente estaba emocionada, todos se sintieron parte, más allá de la religiosidad, sociológicamente hablando fue algo increíble.

-¿Este Martes Santo va a ser entonces diferente?

-La coronación no ha sido nada que haya caído del cielo. Todos los Martes Santos y cada vez que sale a la calle se vive una forma de quererla muy especial y yo creo que la coronación ha sido un multiplicador. Es la misma esencia que ya tenía y esa forma de clavarse dentro, pero vista de forma amplificada. No por ello va a cambiar su esencia, de barrio, de la Victoria, sigue siendo la Virgen del Rocío, la novia de Málaga. Si eso se cambiara sería un error. Eso sí, creo que habrá más gente recibiéndola.

-¿Ha compuesto para la Semana Santa malagueña?

-Sí, he hecho tres marchas para el Rocío, Reina de San Lázaro, Puerta del Cielo y La Coronación del Rocío. También le he hecho una marcha a la Soledad de Viñeros y me han encargado una para la coronación de la Soledad de Mena, que es en junio.

-¿Qué ingredientes tiene que tener una marcha para funcionar?

-Lo primero que debe de hacer un compositor es conocer el género, ver lo que han hecho otros compositores, estudiar el estilo y la técnica y con ese marco dejar que hable tu lenguaje propio.

-¿Cómo casa la tradición con la modernidad?

-Se puede. Al principio del siglo XX hay marchas con sonoridades impresionistas, muy modernas. Este tipo de piezas pueden aportar colores nuevos a la Semana Santa. No todo tiene que ser clásico y barroco, aunque nunca puede dejar de sonar a marcha ni olvidar que tienen una función, que los tronos anden.

-La Semana Santa sin música no sería lo mismo...

-Sin duda. La música es lo que le da el sentido a todo, como en las películas. La Semana Santa estéticamente es fascinante, es como una especie de arte en movimiento y la música es la que aporta el mensaje.