Las lesiones a evitar en la Semana Santa de Málaga: ojo que hay algunas desconocidas
Columnas, dorsales y hombros son las partes que más desgaste sufren en los desfiles procesionales
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Como cada año tras Semana Santa son habituales las lesiones entre los nazarenos, y sobre todo, en portadores de trono. En éstos últimos las partes más dañadas por el esfuerzo son los hombros, los dorsales y las columnas. Conviene hacer una distinción en los portadores ya que son los que más carga soportan. Las lesiones asimétricas son las más comunes en este grupo, aquellas en las que el daño se reparte de forma desigual y afecta más a una parte que a otra. Lo normal es que un hombro esté más sobrecargado que el otro. Los hombres de trono también pueden tener sobrecarga en la parte posterior del cuello y en la columna dorsal.
El jefe de Servicio de Traumatolgía del Hospital Quirón, Rafael López Arévalo, habla de estas lesiones. "La más peligrosa es en el plexo braquial, es poco habitual, pero se pueden dar, sobre todo en gente más joven, el paciente se puede quedar sin movilidad en el brazo durante uno o dos meses, es la más alarmante", confirma. Esta lesión se produce por el estiramiento excesivo de los nervios que bajan desde el cuello hasta los hombros, si se fuerzan demasiado, el brazo se queda temporalmente paralítico.
Para los nazarenos, el doctor habla de reposar uno o dos días, y si el dolor persiste, tomar antiinflamatorios. Los nazarenos pueden experimentar tendiditis por el sobreuso de los tendones, las lesiones más comunes aparecen en las extremidades inferiores (cadera, muslos, rodillas o pies). En los portadores, son las extremidades superiores las más afectadas. "Si hay un dolor cervical en los hombros de la gente que está en el trono, lo recomendable es acudir a un fisioterapeuta y tomar antiinflamatorios durante tres o cuatro días, si las molestias continúan, es necesario tratar la dolencia más en profundidad con un especialista", comenta López Arévalo.
La importancia de un buen estado de salud y una preparación física adecuada es otro aspecto que el experto en cirugía y traumatología resalta: "Sería conveniente que las cofradías realizasen un reconocimiento médico a los portadores de trono". Incide en que los que tienen lesiones previas en la espalda o la estructura ósea dañada no puede sacar el trono. "Una persona intervenida de columna no puede realizar este tipo de actividades", señala. En el caso de los nazarenos, si éstos sufren una artrosis de rodilla muy avanzada, "lo ideal es que no participen". Las contracturas lumbares y las molestias en las rodillas son otras de las secuelas frecuentes en portadores de tronos.
Realizar ejercicio físico con relativa frecuencia es positivo, más aún para aquellas personas con sobrepeso: "Éstas pueden sacar al trono perfectamente, pero tienen que hacer una actividad física previa", afirma. "La gente, en general, se prepara muy poco, el hombre del trono sufre una sobrecarga muy importante y antiguamente estaban más preparados. Antes la gente tenía más capacidad para ser portadora", remarca.
Calentamiento y alimentación
"Antes de realizar el esfuerzo es recomendable calentar la espalda, la columna cervical, la columna lumbar, los hombros, las caderas, la musculatura posterior del muslo, los cuadriceps y las rodillas", manifiesta. El calentamiento tiene que ser "de unos 10 o 15 minutos". "Dentro de lo posible, si el momento de la procesión lo permite, es positivo realizar estiramientos", sugiere. Cuando se finalice el paso, también es fundamental llevar a cabo los distintos ejercicios de calentamiento recomendados en un tiempo similar al citado.
La alimentación es otro de los puntos clave que López Arévalo cita para adquirir una buena preparación: "Es ideal tomar hidratos de carbono, sales minerales, y sobre todo, mantenerse bien hidratado, esto último es lo más importante".
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