CINCO cofradías son la que anoche se pusieron en las calles de Vélez abarrotadas por el público. La capital de la Axarquía vivió su particular madrugá con los Estudiantes, Tercera Caída, Humildad, Rico y la Esperanza. Alfombra de romero y esplendor al paso a cada una de estas hermandades que cuidan con esmero el cortejo procesional desde su salida al encierro. Es el caso de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna y María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos conocida popularmente como Estudiantes. Soberbia salida desde San Juan la de este Cristo de Sánchez Mesa. La túnica marrón franciscana de los horquilleros que portan este trono de estilo renancentista en caoba y alpaca sobrecoge a los fieles que se congregan en el entorno de la plaza de la Constitución. Como es tradicional, durante todo el recorrido no faltaron los sones del himno universitario Gaudeamus Igitur. Bella estampa a su paso por la plaza de San Juan de Dios y de Jesús de la Sentencia.

A la misma hora, partía desde el Paseo Nuevo, la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder en su Tercera Caída y María Santisima de la Amargura. La imponente imagen de Jesús caído bajo el peso del patíbulo se mecía para comenzar su estación de penitencia a los sones que marcaba la Banda de Cornetas y Tambores del Santisimo Cristo del Mar de Vélez-Málaga. Detrás, con el acompañamiento musical de la Banda Municipal de Benamocarra, Canillas de Aceituno y Alcaucín, marchaba su Madre entre rosas blancas, orquídeas y fresias. En la presidencia estuvieron representantes del Hospital de la Axarquía y una representación de la Guardia Civil. Sobrecogedor escuchar a los horquilleros meciendo a sus titulares a los sones de Encarnación Coronada y entonando ellos el Ave María.

Una hora después la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y María Santísima de la Paz hacía su salida procesional desde su tinglado de la plaza de la Constitución. Sus penitentes pusieron el color a la noche del Jueves Santo con sus peculiares capas color oro viejo con la heráldica de la cofradía bordada. Distinción y elegancia en esta cofradía que ha completado ya la talla en madera del trono de la Virgen. También estrenó el guión - la única que carecía de este enser en la Semana Santa veleña - bordado en hilo de oro por Francisco Santacruz.

Desde la céntrica plaza del Carmen, la Real Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno El Rico y María Santísima de la Piedad fue buscando calle Las Tiendas donde se encuentra su Camarín. Una cofradía que si bien llena cada rincón del centro histórico se hace enorme cuando va llegando a su capilla. La Virgen de la rosa en la mano bajó majestuosa precedida del armonioso andar del Nazareno a quien buscaba para su encuentro en el Camarin.

El broche al Jueves Santo lo puso la Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno El Pobre y María Santísima de la Esperanza. A su paso, las calles se fueron llenando de romero. Tras la Marcha Real, la Señora se puso en la calle. Sonaba Salve Esperanza Nuestra cuando dejó su tinglado de Fray Julián Marcos para comenzar su discurrir por el centro histórico de Vélez-Málaga. La gente se arremolinaba para contemplar la subida de ambos tronos por calle Sevilla así como en la curva de San Juan de Dios. Magistral el paso de El Pobre por la estrechez de la cárcel y esperada su bendición en la plaza de las Cármelitas al filo de la madrugada.