Semana Santa

Ronda: Contraste de sensaciones

  • La impronta de la Legión, el recogimiento de Vera Cruz y el fervor a Padre Jesús marcan la jornada

DÍA grande en la ciudad del Tajo. Tras dos años de lluvia y lágrimas, que llegaron a provocar el pasado año la realización de la estación de penitencia de la cofradía de la Vera Cruz sin sus titulares, ayer las tres hermandades del Jueves Santo pudieron procesionar y dejar un gran contraste para rondeños, vecinos de la comarca y turistas. Son muchos los vecinos de pueblos cercanos que ayer acudieron a Ronda buscando ver una de las imágenes más buscadas, el desfile de la Legión acompañado a la hermandad del Ecce-Homo y portando sobre los hombros de una escuadra de legionarios la imagen del Cristo de la Buena Muerte, que preside los diferentes actos militares que se desarrollan en el acuartelamiento General Gabeiras, base esta unidad militar en Ronda.

Fue la primera de las cofradías en hacer estación de penitencia desde las puertas del santuario de la Virgen de la Paz, dejando otro momento muy esperando, el canto de las saetas desde distintos balcones del recorrido por parte de los tres finalistas del concurso de saetas que organiza la propia hermandad. Uno de los momentos más destacados se vivió a las puertas de la plaza de toros, cuando le fue cantada una saeta desde el balcón principal del coso rondeño al Cristo de la Buena Muerte.

Tras la popular salida del Ecce-Homo llegó el turno para todo lo contrario, el recogimiento, música de capilla y los cantos gregorianos que pusieron en la calle los hermanos de la Vera Cruz, una de las cofradías que llama la atención por su hábito nazareno de estilo franciscano y con unos enormes capirotes que son mucho más grandes de lo que suele ser habitual en la Semana Santa de Ronda. Además, la dificultad de la salida desde Santa María hacia la plaza Pedro Pérez Clotet y el paso por el estrecho callejón que da acceso a la plaza Duquesa de Parcent fueron dos de los momentos de mayor belleza plástica, y es que sus pasos no pueden desviarse ni un milímetro para no rozar las paredes.

Y mientras resuenan los sones legionarios y la música de capilla en el centro de la ciudad, en el barrio de Padre Jesús una marea humana bajaba hacia el populoso barrio, desde cuya iglesia hacía estación de penitencia el 'Señor de Ronda', como es conocida la imagen de Padre Jesús, que fue acompañada por la Virgen de los Dolores. Es una de las salidas más esperadas de toda la semana, dado el enorme número de devotos que tiene este Cristo, que es acompañado por interminables filas de penitentes con velas encendidas, forman parte del propio desfile procesional y que llamaron la atención de las miles de personas que abarrotaron las aceras. Especialmente emocionante fue la salida y la subida de los dos pasos por la cuesta adoquinada de la calle Santa Cecilia. Allí, cada levantá se volvía en una especie de locura entre los presentes, que rompía en aplausos y gritos de ánimo hacia los costaleros que portan a estas dos imágenes.

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