El trono de la Esperanza regresa a su basílica en Málaga con ayuda de una grúa

El sábado, la Virgen de la Esperanza recorrió las calles que separan la Catedral de Málaga con su basílica, para regresar a su templo tras los actos celebrados en el Vaticano y Roma con motivo del Jubileo de las Cofradías. Durante esta procesión extraordinaria, la Esperanza usó el trono de María Auxiliadora, que fue portado por 120 hombres de tronos. Y desde ayer lunes, el trono de la Virgen ya se encuentra en su basílica. Una grúa ayudó en las tareas de descargar, concretamente para mover la mesa del trono.

El proceso de regreso del trono de la Esperanza fue el mismo que el de ida a Roma. El trono estaba dividido en unas 100 cajas para poder transportarlo entre Italia y España. El lunes por la tarde se usó una grúa para meter la mesa del trono, que venía desmontada, a la casa hermandad de la Archicofradía del Paso y Esperanza. El resto de la estructura fue trasladada dentro de la casa hermandad de la misma forma que salió.

En verano, los hermanos del Paso y Esperanza realizarán las tareas de montaje del trono. Durante los días previos a la procesión en Roma, la Archicofradía mostró estos trabajos, uno de los que más tiempo requiere es el fundido de la candelería, compuesto por 116 piezas que debe colocarse una a una.

El trono de Jesús Nazareno del Paso, la otra imagen de la Archicofradía malagueña, ha regresado también a la casa hermandad. Fue llevada a la casa hermandad de Mena para dejar mayor espacio al trono cedido por María Auxiliadora, que usó la Esperanza este sábado.

Procesión de la Esperanza de regreso a su basílica

La Virgen de la Esperanza de Málaga recorrió el Centro de la capital para regresar a su sede canónica, en calle Hilera, tras la Gran Procesión de Roma que realizó, entre otros, junto al Cristo de la Expiración de Sevilla, El Cachorro, con motivo del Jubileo de las Cofradías. El trono fue precedido por un cortejo compuesto por 500 velas e insignias, y fue trasladado por 120 hombres de trono.

Durante este recorrido, hubo una actuación de panda de Verdiales en el Patio de los Naranjos y un canto de la salve por Elena Aparicio y Marina Rosas en calle San Agustín.