Benalmádena vivió anoche uno de los momentos cumbres de su semana de Pasión con la procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, ésta última considerada la talla más antigua del municipio al ser de la Escuela Malagueña del siglo XVII, mientras que la imagen del Nazareno data del año 1939 y fue realizada por Martín Simón. A las 20:00, y al toque de campana, comenzó el recorrido de esta hermandad que es una de las más veneradas de la zona y, sobre todo, del pueblo. El itinerario comenzó en el salón de tronos de la hermandad, que está situado en los Jardines del Muro. El contraste de solemnidad de las tallas con el entorno creó una de las imágenes típicas de la Semana Santa benalmadense, ya que la sede está situada justo a las espaldas de la iglesia y rodeada de árboles. En esta ocasión el trono del Cristo y el de la Virgen fueron llevados a hombros por unos cuarenta portadores.

Así, las dos imágenes pasaron por la calle Lomilla, la avenida Juan Luis Peralta y la calle Real, aunque el momento más esperado del itinerario se produjo en la plaza de España. Sobre las 22:00, y una vez que las imágenes emprendían su regreso al salón de tronos, tuvo lugar el encuentro entre los dos titulares, justo delante de la fuente de La Niña, la que es, sin duda, el gran símbolo del municipio. Además, el paseo por las calles estrechas coloreadas con macetas para la ocasión hizo posible que cada paso de los hombres de trono se convirtiera en una imagen inolvidable. La procesión contó con el acompañamiento de la Banda de Cornetas y Tambores de las Reales Cofradías Fusionadas de Málaga y la Agrupación Musical de Torrox. Cada sección de los titulares estuvo formada por unos treinta nazarenos, que en el caso del Cristo vestían de color morado y de negro para la dolorosa.