La historia del turismo en la Costa del Sol tiene como epicentro Torremolinos, un destino que supo combinar el disfrute de las cosas sencillas con el diseño de una oferta de ocio y entretenimiento poco acorde con los tiempos que corrían y que le convirtió en un oasis de libertad. Una ciudad con entidad propia que se transformó a sí misma.

El destino que año tras año ha roto el techo de cifras de visitantes y pernoctaciones y en el que gran parte de su tejido económico gira en torno a la industria turística asume como reto la recuperación del sector más azotado por la pandemia. Asimismo, se marca como objetivo retomar de nuevo el liderazgo del turismo, un horizonte al que mira Torremolinos de la mano del tejido empresarial, la hostelería y todos los sectores que velan a diario para que la ciudad retome el pulso.

Tras unos meses de duro trabajo ante unas expectativas en las que predominaba la incertidumbre, Torremolinos ha trabajado para adaptar el destino a las necesidades actuales que vienen marcadas por la pandemia y ofrecer a sus visitantes una ciudad segura en la que puedan disfrutar con las máximas garantías. Un trabajo realizado por las instituciones públicas y las entidades privadas de diversos sectores que ha sido avalada por el sello Safe Tourism del Instituto para la Calidad Turística en España (ICTE) que avala como espacio seguro el centro urbano de la ciudad, sus playas y otros lugares públicos.

La Casa de los Navajas es uno de los rincones más bonitos de la ciudad.

Entre los espacios que están respaldados por este reconocimiento se encuentran la Casa de los Navajas, el Jardín Botánico Molino de Inca, abierto recientemente tras culminar los trabajos de accesibilidad, el Auditorio Municipal Príncipe de Asturias, el Palacio de Congresos y las oficinas de Turismo. Todos ellos enclaves de atracción turística y espacios que acogen actividades y eventos con gran éxito durante todo el año y que se preparan para volver a retomar su agenda.

“El reconocimiento del sello ICTE avala el trabajo de estos meses llevado a cabo por todos los sectores del municipio que miran a esta temporada con ilusión y optimismo para iniciar la recuperación de nuestra economía. Además, es una garantía para los visitantes que se acerquen en los próximos meses al destino que Torremolinos es un lugar seguro que trabaja cada día por mejorar y saber adaptarse a los cambios”, ha declarado el alcalde de Torremolinos, José Ortiz.

La obtención de este certificado se une a otros reconocimientos que tiene la ciudad y que suponen un plus para aquellos que visiten el municipio. Entre ellos destaca la Bandera Azul y la ‘Q de Calidad’ en sus playas y chiringuitos, que garantiza el buen estado de sus aguas y mantenimiento realizado de forma continua por los servicios municipales del Ayuntamiento, o la bandera EcoPlayas que ha otorgado por vez primera ATEGRUS (Asociación Técnica para la Gestión de Residuos y Medio Ambiente) a la playa de Los Álamos y considera a nivel nacional la calidad de las playas bajo parámetros ambientales, turísticos y de sostenibilidad e innovación. En este caso, se reconoce la adaptación de entradas para personas con diversidad funcional que se complementan con módulos de servicios y equipamientos.

Asimismo, el destino, que cuenta con más de 28.000 plazas hoteleras y es el municipio de la provincia con más hoteles de cuatro estrellas, ha realizado en los últimos años una fuerte inversión entre los agentes públicos y privados que supera los 300 millones de euros y que ha supuesto la renovación de una planta por la que año tras año pasan más de un millón de visitantes.

Zona comercial de Torremolinos.

La renovación de la planta hotelera va en sintonía con la apuesta por modernizar el destino que se inició en la anterior legislatura con obras de gran calado como la creación del bulevar y la peatonalización de la mítica plaza Costa del Sol, y que siguen en la actualidad con la renovación de la plaza de la Nogalera. A ello se suman los trabajos continuos en los diferentes barrios de la ciudad para crear un entorno agradable, entre los que destaca el acceso del centro urbano con la playa a través de la Cuesta del Tajo.

Se trata de una fuerte apuesta por la innovación en materia de infraestructuras que se suma a otros proyectos ligados con la digitalización del destino y la sostenibilidad y que se perfilan como algunas de las claves para entender la ciudad que Torremolinos quiere ofrecer a vecinos y vecinas y visitantes ahora y en el futuro. Un lugar inteligente, comprometido con el medio ambiente a través de políticas respetuosas con el mismo y que facilite la vida a quienes se encuentran en ella.

La inclusión de WiFi gratuito para todos los vecinos y vecinas del lugar y turistas en el centro de la ciudad es una de las últimas medidas que ha llevado a cabo el municipio y que se une a la implantación de la sede electrónica, un proceso afianzado durante el confinamiento de 2020, y que permite al usuario realizar trámites burocráticos a través del ordenador.

La iniciativa “Smart Costal del Sol”, apoyada por entidad pública Red.es y cofinanciada por los fondos Feder, trabaja para poner en marcha diversas líneas de actuación, que tendrán una vigencia de cinco años, y que avanzan en dicha senda a través de la gestión del riego, el alumbrado público o los aparcamientos, así como el uso del big data turístico, entre otros.