La característica cúpula del edificio principal del Real Instituto y Observatorio de la Armada será objeto de una intervención para asegurar su mantenimiento y subsanar algunas patologías que se han detectado con el paso del tiempo en los elementos constructivos empleados. Las obras han sido licitadas y su presupuesto alcanza un total de 263.171,30 euros. El plazo previsto por la Armada para la ejecución de estos trabajos es de 90 días.

La actuación planteada en la cúpula de uno de los edificios más conocidos y emblemáticos de San Fernando se centrará principalmente en labores de mantenimiento. En el contrato, de hecho, se precisa que aunque constituye "una acción importante" no supone una rehabilitación ni implicará un cambio de uso de la cúpula, que no cambiará ni en su forma ni en su estética actual.

La obra contempla además, junto con las actuaciones que se llevarán a cabo en la cúpula del edificio principal del Observatorio, el pintado y resanado de la fachada norte así como de las principales estancias interiores.

Aunque los orígenes del edificio principal del Observatorio –uno de los principales exponentes de la arquitectura neoclásica que existen en la ciudad– se remontan a finales del siglo XVIII, la cúpula ha sufrido a lo largo de la historia una serie de obras e importantes modificaciones motivadas por la evolución de las actividades científicas y también por el mal estado de las antiguas estructuras.

La cúpula actual, de hecho, data de 1980, por lo que tiene poco más de 40 años. En esa fecha se intervino en el edificio principal para sustituir la cúpula que había y construir una nueva que permitiera acoplar en su interior el observador láser. Se trata de una construcción mixta en la que se complementan el hormigón con los pilares y formeros de acero que le dan su característica forma.

La intervención, básicamente, consistirá en el resanado de los puntos singulares de la estructura y en el sistema de revestimiento exterior, que presenta fisuras y filtraciones, para garantizar la impermeabilización y sus cerramientos.

También se intervendrá en la cornisa perimetral de hormigón, afectada por desprendimientos, así como en las carpinterías metálicas y en la cúpula metálica del observador, que es de chapa galvanizada y que presenta zonas de corrosión en muchos puntos.