Gastronomía Estas son las tapas de atún rojo de almadraba que podrás probar en la Feria del Atún en Barbate

Cultura

Carlos Cortés, la pasión musical del viento de levante

  • El compositor y productor gaditano presentó sobre el escenario del teatro Pedro Muñoz Seca de El Puerto su nuevo disco, 'Vínculos', en un concierto lleno de gestos de complicidad y cercanía

Carlos Cortés Bustamante, durante su concierto en El Puerto de Santa María.

Carlos Cortés Bustamante, durante su concierto en El Puerto de Santa María. / Lourdes de Vicente

El gaditano Carlos Cortés Bustamante, compositor y productor gaditano, acompañado de Pablo Guzmán en el laúd ibérico y el bajo, Fernando Maya en la percusión y Fernando Brox en la flauta travesera y el trombón, puso sobre el escenario del teatro Pedro Muñoz Seca portuense 'Vínculos', su primer trabajo en solitario. Supo conectar el flamenco, el jazz, las músicas latina, sudamericana, folclórica, los ritmos africanos y los cimientos andalusíes.

Licenciado en ESMUC (Barcelona) en la especialidad de Jazz y Música Moderna. Completa estudios en Inglaterra, EE.UU, Cuba, Marruecos, Senegal. Sin duda, una gestación que le ha permitido trabajar junto a Chucho Valdés, Paco Ibáñez, Jorge Pardo, Duquende, Silvia Pérez Cruz, Gerardo Núñez, Jorge Rossi o Carles Benavent.

El concierto discurrió sazonado entre el “gaditanismo” que profesa Carlos Cortés y la constante búsqueda de complicidad con sus testigos. Perfiladas melodías, pulcros arreglos y sobre todo la búsqueda de un lenguaje interior y la curiosidad sonora.

Catarsis, El Puente a Cádiz, Cimientos, Paseíllo, Assilah blues, Inner Peace, se hacen presentes. El zapateado, los sones del mar al fondo, la caleta, los tanguillos, la seguidilla, el fandango, el blues de África y El Gastor, el jazz “atinajado”. El mundo de Carlos Cortés. Su paz interior. Su mundo. Casi nada.

La inmediatez, la expresión misma de lo colectivo o el ideal de un lenguaje interior.

Los músicos y el público compartieron el espacio del escenario, generando una gran cercanía. Los músicos y el público compartieron el espacio del escenario, generando una gran cercanía.

Los músicos y el público compartieron el espacio del escenario, generando una gran cercanía. / Lourdes de Vicente

La sencillez y la naturalidad flotaron en el ambiente. “Si tu intención es describir la verdad, hazlo con sencillez y la elegancia déjasela al sastre.” Llegó a decir Albert Einstein. Pues eso, ni más ni menos, es lo que nos ofreció Carlos Cortés Bustamante. Músico polivalente, manejó -y de qué manera-, la guitarra española, bandurria y percusión en diferentes configuraciones para según qué pieza. Viaje musical de pasión, sin regateos.

Por si no bastaba, subió al escenario el viento de levante. El guitarrista alemán Andreas Arnold, añadió el “más difícil todavía”. Elegancia y sonoridad que sumaron. Lo que faltaba, por si fuese poco lo que estábamos disfrutando.

Gestos, complicidad, cercanía, y mucho corazón. Todo el que tenía Carlos, lo desparramó por el escenario, atiborrado de instrumentos musicales. Suficiente para que el vinculo entre músicos y los que tuvimos la suerte de acompañarlo en la noche del viernes, fuese digno de mención. Noche de muchos quilates.

Magia, dulzura, niñez, creatividad, pasión. Los vericuetos de la gestualidad. De los gestos. El alma del viento de levante. El arte de Carlos Cortés Bustamante puso a cada cual ante el espejo de su verdad. Concierto para recordar. No se lo pierdan. Gloria bendita.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios