Ya 'arde la calle al sol del poniente' de manera oficial.  Julio ha acabado con los últimos resquicios de primavera, en forma de lluvias en junio, y nos encontramos en plena temporada de verano, enfrentando frecuentes y extremas temperaturas. Las olas de calor son ahora algo común, lo que nos lleva a buscar métodos para mantenernos frescos en nuestros hogares que siempre acaban siendo el mismo binomio:  ventilador o aire acondicionado. Cuando se discute sobre estos dispositivos, normalmente se enfoca en su consumo de energía, pero raramente se considera el impacto que pueden tener en nuestra salud. Si tuviéramos que elegir, ¿Cuál de estas dos formas de refrigeración tiene consecuencias más negativas para nuestro cuerpo?

¿Cuál es la peor opción?

Ventilador:

• El uso de ventiladores puede causar resequedad en el ambiente y en las vías respiratorias, lo que puede provocar irritación en los ojos y garganta, sequedad en la piel y problemas respiratorios en personas con condiciones preexistentes como asma o alergias.
• Además, si el ventilador no se limpia adecuadamente, puede acumular polvo y alérgenos, lo que puede desencadenar síntomas alérgicos en algunas personas y la transmisión de infecciones respiratorias.
• En casas o entornos sucios, el aire podrá expandir más esa suciedad y la esparcirá aún más por la estancia. 
• Los ventiladores pueden refrescar y disminuir la sensación de calor, pero no afectan directamente la temperatura ambiente. Además, la eficacia de los ventiladores de aspas tiende a reducirse cuando la temperatura supera los 30 grados, lo que puede seguir produciendo las consecuencias negativas de las altas temperaturas. 

Aire acondicionado:

• El aire acondicionado puede enfriar el ambiente, lo que puede ser beneficioso en épocas de calor extremo. Sin embargo, el cambio brusco de temperatura entre el interior y el exterior puede afectar a algunas personas, especialmente a aquellas con enfermedades respiratorias o problemas circulatorios, causando irritación en las vías respiratorias y posibles resfriados.
• Además, el aire acondicionado puede resecar el ambiente, lo que puede provocar sequedad en la piel y las mucosas, así como irritación en los ojos y garganta.
• Al respirar aire frío y poco húmedo las vías respiratorias se irritan: Las mucosas se inflaman y aumenta el riesgo de infecciones
• Otro factor a considerar es la calidad del aire que circula a través del aire acondicionado. Si no se realiza un mantenimiento adecuado del sistema, pueden acumularse bacterias, hongos y ácaros en los filtros, lo que puede desencadenar problemas respiratorios y alergias en algunas personas.

¿Cuál es el veredicto?