Suceso

Crimen de La Laguna en Cádiz: El cuerpo del fallecido presenta seis fuertes golpes en la cabeza

Levantamiento del cadáver en el garaje donde sucedieron los hechos.

Levantamiento del cadáver en el garaje donde sucedieron los hechos. / Lourdes de Vicente

Tres días después de que una discusión económica entre dos hermanos acabara de la manera más trágica, con la muerte de uno de ellos y con el otro hospitalizado tras recibir varios disparos de bala, se van conociendo más detalles sobre un suceso que todavía mantiene conmocionado a los vecinos del gaditano barrio de La Laguna, donde ambos eran muy conocidos. De hecho, tanto Juan Jorge como Antonio (el fallecido) tenían muy buena relación con un amplio sector del barrio, donde los vecinos sólo tienen buenas palabras para estas dos personas que, por cosas del destino, han protagonizado un episodio de violencia con resultado de muerte. Porque según ha arrojado la autopsia, el cadáver de Antonio presenta seis fuertes golpes en la cabeza y la cara que terminaron por provocarle la muerte. Eso sí, hay otro detalle que ha sorprendido a los investigadores: Antonio acudió a la madrugadora cita con su hermano Juan Jorge con guantes. La Policía piensa que este hecho, unido a que portaba dos pistolas, puede hacer pensar de que la reunión no se preveía precisamente amistosa entre ambos.

Este medio ha podido saber que las cámaras de vigilancia del garaje donde se produjeron los hechos, situado en la calle Pintor Godoy y propiedad de los cinco hermanos que conforman la familia, han grabado toda la secuencia de los hechos. Así pues, tanto los agentes de la UDEV como la autoridad judicial tienen todas las piezas para reconstruir el macabro puzzle.

Los hermanos llevaban tiempo enfrentados por la herencia familiar, sobre todo por la posible venta de dos viviendas en la calle García de Sola, además de por el reparto del amplio patrimonio, en forma de garajes y locales comerciales, que tenían repartidos por extramuros.

Agentes policiales piensan que, a pesar de que habían quedado para firmar unos documentos que podría poner fin a la disputa familiar, se produjo una discusión. En ese momento Antonio habría apuntado y disparado a Juan Jorge con una pistola detonadora modificada y se habría producido un forcejeo que habría acabado con Antonio en el suelo, momento en el que su hermano habría agarrado lo primero que habría encontrado y le habría golpeado en la cabeza con el dramático resultado. Durante esa disputa Juan Jorge recibió tres disparos, de los que fue intervenido en el hospital Puerta del Mar y de los que se recupera satisfactoriamente.

Hay que tener en cuenta que la munición utilizada es un 9mm corto, un tipo de bala que ya apenas se utiliza pero que en su momento fue muy popular entre los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado. Este tipo de pistolas modificadas son ilegales. La principal característica de las armas de fogueo o detonadoras es que no pueden disparar balas reales, pues su cañón está creado de tal forma que impide la salida de cualquier munición que no sea de fogueo. De hecho, el cañón no tiene estrías helicoidales, que es lo que hace que el proyectil gire sobre sí mismo y coja velocidad y dirección. Para permitir que la bala sea disparada se utiliza un torno, que se introduce en el cañón, aunque además hay que colocar una puntilla que haga de percutor.

El hermano herido evoluciona satisfactoriamente, hasta el punto que desde el juzgado se ha dado orden de que, en su condición de detenido y hasta no determinar si debe quedar en libertad o ingresar en prisión preventiva, sea trasladado a la Unidad Penitenciaria del Hospital Clínico de Puerto Real. Las habitaciones de este centro sanitario adjunto no difieren en nada de otro sanitario, salvo que su puerta es enrejada y que en la puerta hay una mesa y una silla donde se sientan los agentes que vigilan a los internos.

Una trágica historia familiar

No es la primera vez que esta familia se ve golpeada por la tragedia en forma de episodio violento. En el barrio de La Laguna había muchos vecinos que recordaban como a principios de los 80 la madre mató a su padre apuñalándolo mientras este se encontraba en la bañera. Aquel crimen pasional, que llegó a ser portada del periódico de sucesos El Caso, fue una bomba informativa  en el momento, puesto que Juan, el padre, era un importante empresario de la ciudad que había hecho fortuna con varios ultramarinos, el más rentable de todos uno situado en pleno barrio de La Viña.

La familia llegó a Cádiz procedente de su Ronda natal. En la Viña aún hay quien recuerda al matrimonio y también a los hijos, que tuvieron la difícil papeleta de salir adelante sin su padre y con su madre encarcelada por un crimen pasional que la mantuvo en prisión durante más de una década. Antonio tenía entonces apenas 12 años y Juan Jorge 17. Ahora, más de 40 años después, la sangre ha vuelto a derramarse entre dos miembros de esta familia.

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