Fortes, herido muy grave en el cuello en VitigudinoPaquirri evoluciona favorablemente

Saúl Jiménez Fortes, en el momento en que el toro le empitona.
Saúl Jiménez Fortes, en el momento en que el toro le empitona.
Efe Vitigudino / Luis Nieto Sevilla

17 de agosto 2015 - 01:00

El diestro malagueño Saúl Jiménez Fortes sufrió ayer una cornada de pronóstico grave en el cuello, cuando recibía con el capote al primer toro de su lote en Vitigudino. El toro lo estrelló contra las tablas. Tras ser estabilizado en la enfermería de la plaza, fue trasladado al Complejo Hospitalario de Salamanca donde fue intervenido en una compleja operación. El pitón entró por debajo del mentón, con trayectoria ascendente, del cuello a la boca hasta alcanzar el paladar, causando varios destrozos. Según su apoderado, Nemesio Matías, el torero entró en la enfermería consciente.

Hace solo tres meses, el 14 de mayo, Jiménez Fortes fue corneado también en el cuello cuando lidiaba un toro de Salvador Domecq en la madrileña plaza de Las Ventas y a pesar de la gravedad de la herida se recuperó en ocho días.

Jiménez Fortes compartía cartel con el rejoneador Álvaro Montes y el diestro salmantino Domingo López-Chaves. Álvaro Montes, silencio y una oreja del segundo. López-Chaves, ovación, oreja, dos orejas y silencio.

El matador de toros Francisco Rivera Ordóñez Paquirri, ingresado en la Clínica Quirón Sagrado Corazón de Sevilla, con pronóstico reservado, evoluciona favorablemente, según el último parte médico emitido, con la firma del doctor Salvador Morales Conde, Jefe de Servicio de Cirugía General del mencionado centro hospitalario, quien le atiende.

Según reza el parte, el torero "presenta una mejoría de su estado general", aunque "se objetiva la presencia de una febrícula mantenida, que ya refería presentarla la noche previa a su traslado a Sevilla, encontrándose hemodinámicamente estable".

Debido a las características del tipo de herida, la febrícula y los hallazgos en los TAC, han decidido el cambio de antibioterapia a vía intravenosa, durante un periodo mínimo de 7-10 días, para controlar una posible infección subcutánea y del espacio retroperitoneal y prevesical. Asimismo, se ha observado una mejora de los parámetros en la analítica.

El diestro continuará siendo tratado con antibióticos vía intravenosa, vigilancia de la herida quirúrgica y fisioterapia respiratoria.

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