Cuando la temporada anda en su paso del ecuador, una de las locomotoras decide bajarse. Cuando se cumple el cuarto de siglo de aquel 18 de septiembre, plena Vendimia en Nimes recibiendo la borla de matador de toros de manos de Josemari Manzanares con José Ortega Cano testificando la ceremonia, El Juli anuncia su adiós.

Y será un adiós acorde con su categoría, ya que la Maestranza va a escenificar un corte de coleta que ha sorprendido a todo el toreo.

Será el venidero 1 de octubre cuando con toros de Garcigrande alternando con Morante y Daniel Luque, Julián López diga adiós tras haberse despedido de su Madrid un día antes.

Efeméride al canto y de las de lujo, por lo mucho que Julián ha significado, significa y significará en la Historia del Toreo, a la que empezó a engrandecer de forma muy precoz.

Y es que la imagen de un niño de apenas diez años vestido de corto en la plaza de Chinchón se corroboraba poco después en la finca de Fermín Díaz El Vizir ante un selecto grupo de aficionados que, asombrados, dieron su plácet al imberbe. A partir de ahí hubo de irse a México, ya que aquí se lo impedía su corta edad.

Sevilla tuvo que esperar a la alternativa, pues Julián no hizo el paseo en la Maestranza como novillero. Su debut fue en la Feria de 1999 con una corrida de Maricarmen Camacho en compañía de Espartaco y de Rivera Ordóñez. Un día después, 23 de abril, Julián iba a vivir su primera apoteosis maestrante; toreaba con Curro Romero y Enrique Ponce, y convenció a Sevilla cortando tres orejas al encierro de Jandilla, pero fue herido de gravedad y eso le impidió salir por primera vez por la Puerta del Príncipe.

Hasta siete salidas por el Paseo de Colón conquistó Julián, con lo que se proclama como el coletudo que más veces traspasó a hombros la puerta más grande del toreo. También ha visitado en varias ocasiones la enfermería de la Maestranza y hubo una vez en que su pierna herida corrió serio peligro.

Ahora, el aviso de su retirada acentuará el interés de los públicos por ver en activo a un torero y enciclopédico, dominador del oficio y valeroso como el primero. Se irá tras más de dos mil corridas toreadas y cuatro mil toros estoqueados, nada más y nada menos.

Sin duda, el próximo Primero de Octubre quedará marcado con letras de oro en la Historia del Toreo.