El ADN malagueño de los campeones de Europa
No sólo Alberto Díaz y Darío Brizuela, como jugadores del Unicaja, hay mucha más vinculación con la provincia en el título continental
Alberto Díaz: "Ganar un Eurobásket te cambia la vida"
El rostro visible malagueño del oro continental de España es del Alberto Díaz, indudablemente. El torneo realizado por el base después de ser repescado para montarse en el avión rumbo a Tíflis ha sido espectacular y ha generado una corriente de reconocimiento y simpatía en el baloncesto nacional y europeo. En Málaga se ha visto con mucho orgullo cómo Alberto ha competido y ha sido esencial en los planes de Scariolo. Desde el impagable esfuerzo defensivo y el talento para detener al rival, pero también con una decisión y un desparpajo tremendo para asumir, cuando tocaba, responsabilidades para meter canastas decisivas. Igualmente, Darío Brizuela. La Mamba Vasca, que cumplirá su cuarta temporada en el club malagueño, ha tenido llamaradas puntuales de gran producción que han sido claves para el buen funcionamiento del equipo.
Pero en el ADN de la selección española campeona de Europa hay muchos trazos malagueños. Desde el origen de este grupo de las ventanas que comenzó en Benahavís en 2017. Allí en la bella localidad malagueña empezó el camino con esa visión de Sergio Scariolo y Jorge Garbajosa, el mejor entrenador y el jugador más decisivo de la historia del Unicaja, de adelantarse a los tiempos para trabajar con un grupo de hombres que no estaban en Euroliga ni en la NBA, de manera paralela a la selección de los veranos. Ambas han convergido cinco años después para conseguir este título europeo que empezó a gestarse en Benahavís.
No son lugares, son también personas. La mano izquierda de Scariolo en el banquillo es Ángel Sánchez-Cañete. Discretamente, como le gusta, uno de los cerebros de la selección. El paleño es el encargado especializado de la vertiente ofensiva del juego de la selección. Lleva el peso en los entrenamientos y se ha visto cómo ha fluído ofensivamente un bloque que era visto como carente de talento máximo para meter casi 90 puntos por partido. En el Unicaja durante varias décadas, antes en el CB El Palo, esta temporada pasada dirigió por primera vez como primer técnico un partido en la transición entre Katsikaris e Ibon Navarro. Ya estaba en la selección española también en la era de Javier Imbroda a principios de siglo. Su ascendencia sobre los jugadores, lo era también en la era de los grandes nombres, es muy alta. Seguro que disfrutó viendo competir a Alberto Díaz, con el que durante muchas sesiones de entrenamiento trabajó su tiro y aspectos diferentes del juego.
También forma parte del staff del Unicaja y de la selección el delegado Javi Salvo. El malagueño también lleva muchos años en la entidad de Los Guindos ocupando varios cargos. Fue reclutado por la Federación, hombre de confianza de Jorge Garbajosa y Sergio Scariolo. Ocupado de la logística y la organización, en el Unicaja le ha relevado Jordan Toledo en esta pretemporada. El Team Manager de la selección ha sido Carlos Jiménez, ex jugador y ex director deportivo del Unicaja. Enlace entre la plantilla y la FEB, capitán de la campeona del mundo en 2006, ha visto cómo 16 años después el metal es el mismo desde el otro lado.
Hay más malagueños que estuvieron vinculados al Unicaja en el staff del equipo campeón. Enri Salinas y Carlos Salas eran el preparador físico y el doctor del gran equipo que ganó Liga, Copa y jugó la Final Four. El club prescindió de Salinas, que trabaja ahora de manera particular, hace unos años, primero bajándolo a la cantera. No obstó para que siguiera siendo el hombre de confianza en el apartado físico de Scariolo en la selección, que ha llegado como un tiro a los partidos decisivos, abrasando en los cuartos finales de los periodos a los rivales, con un reparto de minutos clave para que los hombres llegaran frescos. El doctor de la es Carlos Salas, que ahora trabaja mano a mano con Joaquín Juan, el hombre de confianza de Cristiano Ronaldo y Pau Gasol, en una clínica en Madrid.
Las conexiones que hubo en Málaga entre Scariolo, Garbajosa y Jiménez también influyen en la creación de esta selección con muchos aires malagueños, a la que Alberto ha puesto cara pero que tiene su peso más amplio. Ha sido un verano con medallas para Mario Saint-Supéry en la sub 16, Álvaro Folgueiras y Rubén Vicente, más Chiki Gil como técnico, en la sub 17, Victory Onuetu y José Tanchyn en la sub 18. En La Familia hay mucho ADN malagueño.
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