Abrines y su madurez

El canterano del Unicaja viene de un gran partido en Euroliga, donde promedia un 49% en triples

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Kalinoski salva un balón en la Copa del Rey ante Abrines.
Kalinoski salva un balón en la Copa del Rey ante Abrines. / Acb Photo

Recientemente se cumplieron 11 años del debut de Álex Abrines con la camiseta del Unicaja. Fue Chus Mateo, ahora entrenador del Real Madrid, quien le dio la alternativa. Siguen siendo aquellos 31 puntos que le metió una mañana en el Carpena al Estudiantes, en una exhibición recordada, su máxima anotación en la Liga Endesa. El jugador balear, que jugó dos temporadas en Málaga, con un MVP de un Europeo sub 18 por medio, dejó buenas amistades en Málaga, en lo que fue su primera aproximación al baloncesto profesional después de formarse en Mallorca y aterrizar en Los Guindos ya en su segundo año de junior.

En la victoria ante el Estrella Roja, Abrines metió 12 puntos, con cuatro triples en un cuarto. Está lanzando un tremendo 49% desde detrás de la línea en la competición europea, que baja a un 30% en ACB. Es un jugador que fue tendiendo a ese 3D que tanto se estila en el baloncesto moderno. Tiro de tres y defensa. Con eso se puede vivir también en la Euroliga.

No ha sido una trayectoria fácil para Abrines desde que decidió marcharse de Málaga a Barcelona. Desde allí, un salto a Oklahma, a la NBA, con tres temporadas en los Thunder. Volvió después, confesó que había tenido problemas mentales, algo que durante mucho tiempo fue tabú en el deporte pero que cada vez lo es menos, afortunadamente. El regreso no ha sido uniforme, ha tenido altos y bajos, pero lleva ya un par de temporadas rindiendo regularmente. Es un jugador de órbita clara de selección española, pero no ha estado en los dos últimos grandes hitos de la selección, los oros de Pekín y Berlín. Sólo jugó los Juegos de Río y el Eurobásket 2017 (yéndose a casa por lesión antes), sendas medallas de bronce. Los puestos para el próximo Mundial están caros, pero siempre es una opción a tener en cuenta porque jugadores con sus características son muy preciados por los entrenadores. Y si algo caracteriza a Sergio Scariolo es que es justo con sus jugadores, uno de los motivos por los que tiene autoridad sobre ellos.

El Carpena no le recibió bien habitualmente desde su marcha, aunque con el tiempo se ha ido apaciguando. Ha hecho algunos muy buenos partidos contra el Unicaja y el equipo malagueño intentará que no suceda de nuevo este domingo en el Palacio.

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