Los minutos que Alberto Díaz estuvo en el parqué del Rubén Ruzafa se fueron haciendo eternos, hasta que se le inmovilizó y fue retirado en camilla hasta salir en ambulancia hasta una clínica cercana. Las noticias, no obstante, fueron tranquilizadoras desde pronto. Las primeras pruebas no revelaban lesión seria pero sí un molesto esguince cervical. Además, tenía molestias en una muñeca por una mala postura al golpear con el suelo después de que Carroll se le cayera encima. Una vez el americano entró en la finta del malagueño pareció evitable la dureza del golpe.

El caso es que Alberto reposa a la espera de que las molestias vayan desapareciendo. A lo largo de estos días se le irán practicando más pruebas para descartar cualquier lesión. La desaparición de los dolores y cómo se encuentre determinará, en principio, cuándo se producirá su regreso a los entrenamientos.

Afortunadamente, parece que todo quedó en un susto. El cuello es una zona delicada porque cualquier golpe puede tener alguna secuela en forma de mareos u otras molestias. Así que se tomará con la calma necesaria la recuperación de Alberto Díaz, uno de los pulmones del Unicaja.