El Unicaja está pendiente de la situación con Axel Toupane. El club comunicó al jugador que debía volver a Málaga, una vez se habían cumplido los tres meses previstos de recuperación por la lesión en el Aquiles que se agravó en la final de la Copa del Rey, de la que salió con muletas. La rotura era parcial y ello evitó el paso por el quirófano. El club permitió que el jugador se recuperara en Francia.

El club quería comprobar el estado de Toupane para ver si podía contar con él para el final de la competición, si es que se produce, y le hacía citado. Pero hay ahora cierta confusión con los protocolos que debería seguir en el caso de volver, si debería completar la cuarentena de 14 días que el Gobierno proponía o no. El caso es que el jugador francés no se ha desplazado a Málaga y sigue haciendo vida normal en Francia. En sus redes sociales aparecía jugando al golf. 

Han pasado ya más de tres meses y su recuperación parece ir en orden. Es un jugador que no acabó de colmar los gustos de Luis Casimiro. Pensando en el futuro, su continuidad es improbable para la próxima temporada, así que es un escenario en el que probablemente ya haya jugado su último partido con la camiseta verde. Llegó con el prurito de refuerzo de calidad tras la lesión de Milosavljevic en la preparación para el Mundial, que obligó a salir al mercado con urgencia. Jugó 36 partidos, con medias de 17 minutos, 7.3 puntos y 2.8 rebotes.