Jordi Bertomeu, CEO de la Euroliga, tuvo que confirmar, a su pesar, el cierre de la competición en la temporada 2019/20. No hubo vías para solventar una situación de difícil salida, con la imposibilidad de diseñar una hoja de ruta común en los países de toda Europa para sortear el impacto del coronavirus. Se optó por no alterar la campaña 2020/21, considerada ahora capital para el futuro de la competición. 

En una entrevista en El País, Bertomeu ahondaba en el impacto que va a tener en la competición y en el baloncesto europeo. El objetivo del Unicaja es volver a la Euroliga, pero tendrá que conformarse un año más en la Eurocup. No obstante, los cálculos que se hacen en los grandes clubes son aplicables a las entidades de élite en el continente. "Las pérdidas serán en torno al 30 o el 35% del presupuesto de los clubes. Por eso, no queremos contaminar la próxima temporada. Hemos tenido un mal año. Ha sido una desgracia. Mejor planificar. Se deberán hacer ajustes económicos, seguro. Diría que es una oportunidad para tener presupuestos más equilibrados. Se reducirá el gasto porque habrá una reducción de ingresos y se tendrá que recuperar lo que se ha perdido. Pero nos dará la oportunidad de trabajar con modelos económicos más sostenibles. Algunos clubes dependen mucho de sus propietarios", explicaba Bertomeu.

Acerca de la reducción de sueldo de los jugadores, Bertomeu decía que "todo el mundo tendrá que entender la nueva realidad. Los jugadores ya lo han entendido. El gesto de aceptar un 20% de rebaja salarial indica que han sido conscientes y muy responsables. Lo que han hecho merece un reconocimiento. No han sido egoístas".

Y, por último, se refirió al caso de la Virtus de Bolonia, que volverá a ser rival del Unicaja el año próximo en la Eurocup y que se ha postulado para tener una plaza en la Euroliga. "La Virtus, desde que fue comprado por el propietario de la marca de cafés Segafredo, vino y nos dejó muy claro que el equipo era para jugar en la Euroliga. Tiene un plan para construir un pabellón para 15.000 espectadores en Bolonia. Y nosotros queremos un segundo equipo en Italia. Sería muy bueno para la Euroliga. Es un país importante para nosotros. La Virtus ha vuelto y lo ha hecho con fuerza", afirmaba. Es decir, un candidato claro que está en la lista de espera para entrar por motivos deportivos o económicos en la máxima competición.