Daniel Hierrezuelo: un árbitro también puede ser estrella
Baloncesto
El colegiado malagueño Daniel Hierrezuelo recibe el reconocimiento de la ciudad con su presencia en el Paseo de las Estrellas en la explanada frontal del Martín Carpena
900 partidos en ACB, finales de Copa y Liga, Final Four y más de 25 años en la élite
A Daniel Hierrezuelo Navas (Málaga, 1970) le vio el profesor de educación física de su colegio, San Estanislao, parar cuatro penaltis en una tanda de un torneo escolar y lo llevó a probar con el Club Deportivo Málaga, donde él colaboraba. Allí estuvo cuatro años en su cantera como guardameta. Con la muerte de Maradona reflotó una foto de una veintena de recogepelotas con el Pelusa el día que jugó en La Rosaleda y allí estaba el que después sería árbitro malagueño de baloncesto, que este miércoles recibió el homenaje del baloncesto y de la ciudad de Málaga. Porque después viró a la pelota naranja mientras crecía. Varios años en la cantera del Caja de Ronda precedieron al salto al arbitraje. Tras más de 25 años en la élite, con más de 900 partidos en la ACB y con innumerables eventos nacionales e internacionales, con finales de todo tipo, entró en el Paseo de las Estrellas en la explanada del Martín Carpena. María Peláez, Dana Cervantes, Antonio Carlos Ortega, Noelia Oncina, Sergio Scariolo, Nacho Rodríguez, Damián Quintero, Carmen Herrera, Mari Carmen Barea, Félix Gancedo, Theresa Zabell y el también ex árbitro, pero de fútbol, Antonio Jesús López Nieto, además del Unicaja o el Real Club Mediterráneo como clubes, ya tenían su lugar reservado. Se añadió el colegiado malagueño, rodeado de su familia, autoridades y mundo del baloncesto. En un acto breve y con carga emotiva, se le reconoció delante de más de un centenar de personas.
Suele contar Dani Hierrezuelo que iba a los partidos de Primera Nacional o categorías inferiores por toda Andalucía con traje y corbata. “Yo quería ser árbitro ACB y yo veía que los árbitros de ACB iban vestidos así antes de los partidos. Entonces, aunque se reían de mí mis compañeros, yo llegaba así a los partidos”, relata el malagueño, a quien el veneno del arbitraje se lo metió su hermana Lidia, tristemente fallecida hace nueve años. Ella fue oficial de mesa ACB y miembro del Colegio de Árbitros de Baloncesto de Málaga y le puso a prueba. “Estando yo estudiando Educación Física en Granada, y para ganarme algún dinero extra para ayudar a mis estudios, me dijo que por qué no me hacía árbitro. Después de pensármelo mucho probé. Llegué un día a la Federación Malagueña y el jefe me dijo que al día siguiente pitaba en Los Guindos con él. No sabía ni hacer las señalizaciones bien. Pero me gustó. Le estuve explicando la regla de los pasos a un niño. Y su entrenador y sus padres me dieron las gracias. Y eso me llamó la atención. Y hasta hoy”, cuenta Hierrezuelo.
Con 20 años empezó a dirigir y con 25 ya estaba en la ACB. Una carrera meteórica que no se ha detenido. Es un árbitro de élite europea, ha dirigido seis Final Four de la Euroliga. Una decena de finales de Copa, otras tantas de ACB... Elegir pitar a los mejores equipos de Europa le cuesta, por el conflicto latente con la FIBA, no aspirar, por ejemplo, a dirigir los Juegos Olímpicos. Es jefe de los árbitros en España, lo que le cuesta algún disgusto, pero entiende que es algo que le debe el arbitraje. Se trabaja para aumentar el tope de edad para dirigir en ACB y ello puede permitirle batir récords de todo tipo, como el de los 1.000 partidos en Liga Endesa, por su precocidad y su gran volumen de partidos.
Ser árbitro de élite implica dormir más de 200 noches al año fuera de casa. Lo han pagado sus hijos Dani, Miguel y Alejandro, de los que no ha disfrutado tanto como hubiera querido. Pero escucharle hablar de arbitraje, explicar didácticamente situaciones del juego, reconocer con humildad que no vio algunas jugadas polémicas, cómo de normal es arbitrar al equipo de su tierra o cómo se siente la adrenalina que se fabrica cuando se pita delante de 24.000 personas en el majestuoso Stark Arena de Belgrado permite ver que dirigir partidos es su pasión.Y que también se puede ser una estrella como árbitro.
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