El Unicaja volvió el viernes a trabajar una semana después de la eliminación copera. Lo hizo con la ausencia de los tres internacionales (Kendrick Perry, Alberto Díaz y Yankuba Sima), que este domingo acabaron su periplo de encuentros con Montenegro y España en una ventana que no fue muy productiva en el sentido de triunfos (uno por tres derrotas de los equipos de los cajistas) pero en la que los dos bases tuvieron un minutaje alto. Tiene el plus de que han mantenido el nivel competitivo esta semana, pero el contra del desgaste, sobre todo Perry, que ronda los 30 minutos en cada partido con la selección balcánica, donde es esencial. Es por ello que Ibon Navarro y su staff han decidido dar unos días de receso a los tres y que se incorporen el jueves con algo de pilas cargadas.

Se invierte en descanso para que los jugadores ganen frescura aunque la preparación para el partido del sábado ante el Bilbao no sea la ideal. El resto de compañeros está trabajando, con el refuerzo de los jóvenes Guille del Pino y Matteo Casero, y lo hace este lunes en doble sesión y este martes en simple. El miércoles, día festivo en Andalucía además, el equipo descansará y ya retomará el trabajo el jueves, con los internacionales ya incorporados. Ya siguió Ibon un esquema muy similar cuando se ganó la Copa y ahora no ha cambiado sustancialmente, intentando respetar el control de cargas para prevenir en la medida de lo posible lesiones, algo que en estos dos años se está consiguiendo. 

Tras el break para la Copa y las ventanas, el Unicaja afronta otro tramo exigente de calendario, con dos partidos semanales, con la segunda vuelta del Round of 16 de la BCL y, salvo hecatombe, poco después el play off de la competición europea, más el atractivo de intentar mantener la segunda plaza de la ACB, como poco.