Nihad Djedovic (Visegrado, 1990) encarna el prototipo de jugador que se ha fichado esta temporada por el Unicaja. Más de una década de experiencia en la élite, paso por la ACB y conocimiento de España. Sus nueve años en Múnich y la manera en que fue despedido por el Bayern hablan de que es un jugador comprometido y profesional. En Málaga afrontará una etapa que pudo llegar antes porque hubo interés años atrás.

"Estoy muy encantado y orgulloso de ser parte de este equipo, de este club con tanta historia. No lo he pensado apenas cuando llegó la oferta de Málaga. Estoy preparado para una nueva etapa de mi carrera, para dar el máximo y para que el equipo consiga los éxitos que quiere la afición y la gente de aquí quiere de nosotros", decía en un perfecto castellano Djedovic. Llegó en edad cadete a Barcelona siendo muy prometedor desde el Bosna Sarajevo y en el club catalán completó su formación antes de ir al Obradoiro, el Alba Berlín y el Bayern Múnich. 

Cuestionado por las conversaciones que tuvo con la entidad, Djedovic explicaba que "primero me ha llamado Ibon, dos veces hablé con él, sentí su energía, su preparación para trabajar y las ganas de hacer algo bonito aquí, las dos últimas temporadas no habían sido buenas y había que devolver a la afición lo que da. No ha sido fácil, son nueve años en el Bayern y había que cambiar algo. Quería hacer algo más en mi carrera y esta ha sido una buena oportunidad. Hablar con Ibon y Juanma me ayudó a tomar la decisión".

Se le preguntó a Djedovic por cómo se definiría como jugador. "Es difícil hablar de mí mismo. En las últimas temporadas no he tenido las cifras que tenía antes, por distintas circunstancias. Se cambió muchísimo los equipos de Euroliga, con plantillas con 17-18 jugadores. No hay muchos minutos en cada partido, tienes que hacer todo lo posible en menos tiempo. Puedo hacer un poco de todo. Lo primero es ayudar al equipo, no tengo miedo a hacer nada. Defensa o ataque, depende de lo que Ibon quiera de mí. Puedo jugar de 1, 2 y 3. En ataque y defensa, soy útil en muchas situaciones. Estoy preparado, si Ibon quiere que juegue de 5, juego de 5", bromeaba Djedovic, que decía que "es muy pronto para hablar de química y de los compañeros. Todos no están aquí, algunos están con la selección. Dentro del equipo, esto debe funcionar al máximo, cada jugador debe entender su posición. No podemos tener 12 jugadores que metan 20 puntos. Cada uno debe ser consciente de su labor y por eso la química es importante. Ojalá empezamos a ganar, cuando ganas es muy fácil coger los roles. Tenemos que aprovechar el tiempo para trabajar y hacer las cosas correctas en la pista".

Tiempo atrás, Djedovic ya había comentado, por ejemplo en una entrevista en este periódico, que jugar en el Unicaja había sido una opción. Ahora, con 32 años, le llega el turno. "No me lo pensé. Había decidido hacer algo más en mi carrera. Si alguien me preguntaba al acabar qué equipo elegía jugar hubiera dicho Málaga. Desde pequeño lo conozco y sé los jugadores que estaban aquí, qué títulos ha ganado el club, qué atmósfera puede haber en el Carpena... Por eso pienso que es una buena decisión. Tenemos que volver a andar los pasos para devolver a Málaga donde estaba y me ha gustado mucho", insistía Djedovic, que aclaraba que se adapta a cualquier posición en la pista: "He cambiado mucho de posiciones, cada entrenador que viene tiene su filosofía, siempre quería hacer lo mejor posible en lo que me ordene el entrenador. Me siento capaz de jugar de 1, 2 y 3. Más cómodo quizá de 2, pero el baloncesto ha cambiado muchísimo y las posiciones no son tan importantes. Un cinco puede tirar triples y un uno jugar poste bajo. Es una temporada muy larga, tenemos un roster muy grande y cada jugador tendrá su momento y su rol esta temporada, hay que estar juntos como equipo e intentar ganar cada partido".