Tenis

Djokovic pone fin a la aventura olímpica de Davidovich

  • El malagueño, bastante digno, pierde 6-3 y 6-1 ante el número uno del mundo tras no aprovechar las ocasiones en las que pudo exigir más al mito serbio

Davidovich y Djokovic, al acabar el partido.

Davidovich y Djokovic, al acabar el partido. / Efe

La pistal central del Ariake Park de Tokio contempló el duelo entre el número uno del mundo y una de las estrellas de los Juegos, Novak Djokovic, y el malagueño Alejandro Davidovich. En condiciones extremas de calor en la capital japonesa que obligaron al abandono, por ejemplo, a la española Paula Badosa, la sombra y la hora más tardía permitió un respiro. El malagueño estuvo animoso, con algún punto de calidad y algún tramo de partido en el que encadenó buenos puntos. Djokovic le aplaudió en algún lance porque el malagueño tiene mucho tenis y deja detalles de calidad. Un globo de revés, una volea muerta tras moverle de lado a lado... Pero la realidad es que está a día de hoy, pese al exponencial crecimiento de Foki, a mucha distancia de uno de los mejores tenistas de la historia. 6-3 y 6-1 cayó el de Rincón de la Victoria. El marcador fue contundente, pero la sensación no fue mala.

Los entrenamientos conjuntos durante el confinamiento del año pasado en Marbella ayudaron a Davidovich a entender detalles y aspectos a mejorar para competir en la élite, ha crecido mucho, hasta los mejores 35 del mundo. Pero la diferencia está ahí. Suele recalcar el malagueño que el aspecto mental es la parte más importante del tenis. Y a Djokovic le jugó con cierto respeto, sin la irreverencia que en otros momentos ha mostrado para acumular varias victorias ya esta temporada ante jugadores del Top 10. El escalón siguiente, ante Zverev o Djokovic, le ha costado más, también porque llegan los duelos tras varios encuentros con exigencia. Es la siguiente frontera que debe superar.

En el primer set, Davidovich empezó mirándole a los ojos a Djokovic. Con 1-1 tuvo un 15-40 para romper, pero en la primera bola no culminó una buena opción que se había fabricado con un mal golpe. En estos niveles de exigencia, para siquiera competir de verdad con un mito del tamaño del serbio hay que optimizar el número de opciones que estos ofrezcan, porque el partido depende de lo que ofrezcan ellos. Se recuperó y ya no concedió más que un 15-30 en un juego posterior el número uno del mundo. Acto seguido, después de que Davidovich no rematara dos ventajas a favor, Djokovic rompió el saque (3-1) y ya el set se puso cuesta arriba.

Con Djokovic dosificando esfuerzos, el malagueño fue manteniendo su saque. Sin dispersarse demasiado, con algún error de más pero con cierta continuidad, ganó dos juegos más con su servicio. Pero, con la necesidad de un break para meterse, el serbio no concedió prácticamente nada. En momentos de apuro, tiraba de un ace para frustrar al malagueño. Y así se llegó al 6-3.

Comenzó el segundo set con buena actitud de Davidovich y ganando su saque. Pero en el juego siguiente apenas tocó dos boles porque Djokovic encadenó tres aces. Es una de los grandes campos de mejora de Davidovich. Nunca será un bombardero, pero debe ganar más puntos gratis cuando sirve. Trabajar todos los puntos tiene costes altos en este nivel. Comprendió ahí el malagueño que el partido iba a ser imposible de ganar y cedió su saque acto seguido. Compitió juegos, llevó a iguales al serbio, pero éste era implacable. Sobre todo porque para plantar cara y exigir hay que estar continuamente en la excelencia. Y no alcanzó ese nivel febril de creérselo.

En cualquier caso, una gran experiencia para Davidovich, que hizo lo que debía hacer, ganar los dos partidos como cabeza de serie número 16 del torneo antes de chocar con el número uno. Y que privilegió disfrutar de una experiencia impagable como estar en unos Juegos y representar a su país por delante de jugar torneos de tierra batida en Europa con los que podía haber escalado puestos en el ranking, como hicieron muchos tenistas españoles, caso del elegido Carlos Alcaraz, que dejaron al equipo nacional en cuadro. Seguramente, ese compromiso le reporte al malagueño la presencia en la Copa Davis a final de temporada. Davidovich se marcha de Tokio con el deber cumplido. Y sabiendo lo que tiene que mejorar.

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