EEUU, la anécdota de Evans y un transatlántico

Dennis James Evans se está convirtiendo en uno de los iconos de esta fase final del Mundial sub 17 en el Carpena. El espigado pívot norteamericano mide 2.16 metros y cumple 17 años el próximo jueves. Es el jugador menos empleado por el seleccionador, Sharman Lamar White. Y se ha convertido en un ritual ya pedir al entrenador desde la grada que salga a pista cuando el partido ya está sentenciado y no queda demasiado tiempos. Sus compañeros jalean y siguen la corriente. Y allá sale Evans, que coloca algún tapón y hace algún mate espectacular. Y la gente ovaciona entre el jolgorio colectivo.

Es la anécdota de Estados Unidos, que tiene un equipo con pedigrí, no menos de siete-ocho jugadores claros de NBA ven los scouts de la mejor liga del mundo en este equipo. Han cambiado por primera vez al entrenador del ciclo ganador de cinco ediciones, pero la máquina parece impasible. El amistoso de Fuengirola fue el único en el que el equipo ha sido tuteado realmente. Pero era eso, un test. Seguro que los americanos tomaron nota. Diríase incluso que la presencia de Evans podía ser un anti Aday Mara.

El catálogo de virtudes es infinito. Holland es un ala-pívot tremendo. Flagg una aspiradora que lo hace todo bien, Fears es un cañón, Knox también... Así con todos. España está liberada, tiene ya una plata en el bolsillo y de cada muchos partidos contra el mismo equipo ganaría uno o ninguno. Pero las condiciones en las que se jugará, en suelo español, también puede influir. En cualquier caso, seguramente el público no pedirá la salida de Evans.