NCAA

Golden Dike: "He mejorado a nivel físico, entendimiento del juego y técnicamente"

  • El pívot malagueño valora su primera temporada en la NCAA con Loyola Maryland

Golden Dike, en una entrevista con Málaga Hoy.

Golden Dike, en una entrevista con Málaga Hoy. / Javier Albiñana

Golden Dike (Málaga, 2001) comenzó esta temporada, ya cancelada, su aventura en la NCAA, la liga universitaria de Estados Unidos. Desde hace unos años se ha convertido en una salida habitual para jugadores malagueños de todos los niveles que acababan su experiencia en el Unicaja al final de la edad junior. Rubén Guerrero y Francis Alonso han sido los más lustrosos y ambos han vuelto tras un master en tierras americanas. Además de Dike, en la primera división de la NCAA, donde compiten más de 350 equipos, hay otros dos malagueños, Jesús Carralero y Alessandro Scariolo.

Gody, pívot de 2.04 metros y 108 kilos, se marchó de la cantera del Unicaja tras su primer año de cadete y estuvo tres temporadas en el Real Madrid, de donde cruzó el charco. Se fue a la Universidad de Loyola Maryland, ubicada en Baltimore, costa Este de EEUU. Allí estudian 14.000 jóvenes, 9.000 internos y 5.000 externos. Y allí ha comenzado una aventura que, deportivamente, acabó con su equipo eliminado en la primera ronda de la Patriot League, su conferencia, pero con buenas sensaciones para el futuro. "Nos cancelaron las clases como el 10-11 de marzo, nos dijeron que se retomarían el 14 de abril. Dije me voy a casa, para la Semana Santa tenía ya el vuelo de vuelta, pero me dijeron que no me podía ir por si no me podían dejarme entrar después. El 17-18 ya dijeron que iba a ser todo online y el 20 de marzo pude volverme ya. Si no cojo ese igual ya no puedo volver, porque entonces hay que esperar a que se llenen aviones de españoles para repatriar", explica Gody Dike, que regresó a Málaga con su familia y se ejercita en casa y, desde hace unos días, en la calle para no perder la forma.

"Se pensaba que Baltimore por estar cerca de Washington y Nueva York podía tener más casos, pero no hay tantos. La gente allí está en casa, sólo sale para lo que es de primera necesidad", explica el malagueño sobre la situación con el coronavirus: "Desde entonces hemos hecho clases online, ya acabamos el viernes pasado, he acabado con todo aprobado con buena nota. El 12 de mayo tenía fecha para haber vuelto definitivamente. La competición acabó en marzo y desde entonces la previsión era entrenar, pero el coronavirus lo aceleró todo".

"Tienes un poco más de libertad que aquí, pero tienes que ser pero más responsable", relata sobre su experiencia vital el pívot, campeón de Europa sub 18 el pasado verano: "En Madrid estaba todo más marcado, ahora clase, hora de estudio, entrenamiento, cena. Allí hay más libertad, la burocracia me la gestionó la universidad, pero con las horas de estudio y, tras los entrenamientos, tienes tu autonomía. La vida no es Madrid o Málaga de salir con tus colegas, no hay esa vida en la calle de España, se está mucho más en casa. Imagínate un canario como Santi [Aldama, compañero de equipo y habitación y una de las grandes proyectos del baloncesto español] y uno de Málaga (risas). Vivimos en el campus de la universidad. Como dos torres de 8-9 plantas y cada planta tendría 17 habitaciones, nuestro piso tres habitaciones y cocina propia. Me llevo bien con el equipo, son buenos tíos, pero no hay mucho tiempo de socializar. He preferido estar un poco más relajado, ir conociendo más tranquilo. Estuve en Baltimore, que hay un muelle muy bonito, con los padres de Santi Aldama, también en Washington, en Chicago... He conocido ciudades".

Golden Dike coge un rebote en un partido de la NCAA. Golden Dike coge un rebote en un partido de la NCAA.

Golden Dike coge un rebote en un partido de la NCAA.

"Yo llegué en agosto, el 3 de septiembre estaba en clases. El mes de adaptación tienes que entrenar una hora al día de físico y una de pista, como a mediados de septiembre empiezan los entrenamientos oficiales, entre 3-4 horas. En el primer mes el físico era muy intenso, pero cuando el entrenamiento empieza de verdad es una bestialidad. Lo que es la parte física la hacíamos en Madrid, la calidad es la misma, parecida, pero en Baltimore se hacen los ejercicios con peso de hombre", explica Gody sobre su día a día en Loyola: "En otoño, teníamos lunes, miércoles y viernes de 9:30 a 13:00 horas y clases por la tarde y al revés martes y jueves. Aquí los estudios tienen mucha importancia. Se dice que en las grandes, en las que los grandes proyectos igual se tiran sólo un año jugando, igual no exigen la nota, pero en la nuestra no se caracteriza tanto por ello, en la Patriot League hay muy buenas notas, nuestra universidad está entre las 30 mejores de EEUU por notas. Dan caña. Yo he cogido la parte de business, difícil comparado con España no es, hay mucho aspecto práctico y trabajos en equipo, pero no te regalan nada. En los dos años son asignaturas comunes, aunque quieras hacer económicas, haces asignaturas de biología. Hay mucho común en los dos primeros años. En Madrid estaba a dos horas en tren y la misma franja horaria. Cuesta, quieres venir y quedarte después todo el verano en Málaga. Madrid fue una transición, en Navidad no lo pasé bien, pero es normal".

"A nivel deportivo, no es el Real Madrid", prosigue sobre el aspecto deportivo y competitivo en Loyola Maryland: "Es un equipo en construcción, Tavaras Hardy es el primero e Ivo Simovic [serbio que trabajó en Torrelodones] recluta. El año próximo viene Alonso Faure, también español que estaba en Valencia, y para 2021 vienen dos gemelos serbios que son bastante buenos y que aparecen en previsiones de draft. Se está intentando traer a europeos que son buenos para ir subiendo el equipo. El año que viene el objetivo es que peleemos la Liga. Este año hemos competido, tuvimos lesiones, pero nos quedamos en la primera ronda".

Sobre su evolución personal, Gody Dike ha promediado 7.0 puntos y 5.2 rebotes en algo más de 20 minutos por partido. Él se reprocha no haber sido más regular en sus prestaciones, pero ha acabado con mejor sabor de boca. "He ido por rachas, tengo que mejorarlo eso, he sido irregular. Empecé muy bien, pero desde finales de noviembre hasta enero no entendía el juego del equipo bien, me costó, en el arbitraje se pitan cosas que aquí no y al revés. El tramo final, cuando me adapté, he empezado a estar cerca del doble doble en varios partidos y lo conseguí alguna vez El primer partido fue contra Marquette fue bien, contra universidades grandes jugué bien, hay mejores árbitros y sabes mejor a lo que te enfrentas. Esas cosas del primer año que debes mejorar. Obviamente, se vive mejor en casa, pero no se está nada mal. Yo creo que he mejorado a nivel físico y de entender el juego y técnicamente. Estoy en 2.04 metros, he cogido volumen, pero sigo en 108 kilos. La comida es peor allí, aquí en España he estado corriendo y he perdido peso ahora, se come mejor. La temporada es como es, de noviembre a enero hay como 30 partidos en tres meses. Yo acabé jugando más de 20 minutos, casi 30, tampoco te puedes meter dos horas de gimnasio cada día".

Gody Dike realiza un mate. Gody Dike realiza un mate.

Gody Dike realiza un mate. / Loyola

"El nivel de conferencia es bueno. Yo venía del Madrid, en el que el nivel de los entrenamientos son mejores que partidos, salvo cuando llegas a fases finales y juegas contra el Barça. En Madrid había superioridad, este año he tenido que medirme a gente grande, con VCU, George Mason, Marquette. Me han servido, la Patriot League no es de las más potentes, pero el nivel es bueno", señala Gody sobre el contexto competitivo en el que ha estado, al tiempo que señala dónde debe mejorar: "El rango de tiro lo he entrenado, pero aún no he tenido la confianza para hacerlo en partidos, lo he trabajado muchísimo. Este año debo meterlo en el juego, para la temporada siguiente me pedirán que tenga más amenaza aparte de cerca del aro, cuatro metros o incluso triple. Fallé 10 tiros libres en un partido, en el que hice siete puntos, nueve rebotes y siete asistencias, haces 15-9-7 y ya es otra cosa. He dedicado horas y horas, los días libres iba a tirar libres, soñaba tirando tiros libres, me ha pasado factura durante la temporada, pero fui mejorando. En el último partido tenía los tiros libres claves en el tramo final y los metí para ponernos a uno. Si dudas y te pones a pensar..."

El malagueño vive y juega al lado de una de las grandes promesas del baloncesto nacional, Santi Aldama, MVP del último Europeo sub 18. "Es un espectáculo, la gente lo ve delgadito y altito y no se espera la movilidad y las cosas que hace. Me alegro por él, anímicamente es duro estar fuera de casa, salir de ser MVP del Europeo, venir a comerte el mundo y lesionarte la rodilla y estar cinco meses fuera. Se rompió también el dedo de la mano después, pero apretó para seguir jugando", explica sobre el jugador canario, al que una lesión le hizo perderse el grueso de la temporada, pero acabó compitiendo y dando chispazos de lo que puede ser.

Tras varios veranos compitiendo (Gody es campeón de Europa sub 16 y sub 18) con España, la cancelación de competiciones FIBA por el coronavirus le ha privado de estar este verano con la selección sub 20. "Ya me habían llamado, una pena, algo supongo que hará la FEB si es posible, pero no lo sabemos aún", explica Gody, que no ha podido ver mucho baloncesto europeo, pero que sí vivió en Estados Unidos el oro Mundial de España en China y la Copa del Rey de Málaga. "Sí vi el Mundial, eran 12 horas de diferencia, pero había que ver a España ganar. La Copa la vi entera con nostalgia de haber estado en Málaga".

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