Hambre de balón

...y al décimo día jugó. El parón se ha hecho eterno, no es normal esta pausa competitiva en el baloncesto moderno, aunque quizá haya que reacostumbrarse a las ventanas de selecciones. La imparidad en Eurocup y ACB ha detenido a un Unicaja que selló dos buenas victorias ante el Zenit y el Bilbao, ante rivales de parecido escalafón y con problemas de bajas. Borraron el mal regusto de las derrotas en Murcia y Badalona. Lo bueno, y malo, del baloncesto y la acumulación de partidos es que los resultados son fugaces, enseguida llega una revancha. Con dos victorias el parón se llevó mejor.

Se fue renqueante a descansar el Unicaja y vuelve con todos salvo con Nedovic. "Está positivo, intentamos meterlo en situaciones sin contacto, es buena señal que se encuentre bien, pero aún no sabemos cuándo podremos disponer de él. Yo estoy positivo también", decía ayer Plaza sobre el regreso del serbio, al tiempo que valoró al resto de tocados: "Nos soprendió Brooks, tuvo un golpe en Granada en el cuádriceps y hubo que que pararlo. Muchos no descansaron en los dos días de descanso, cinco vinieron a tratarse cada día. Suárez hizo algo más de la mitad del entrenamiento el lunes, pero aún no está al 100%. Musli perdió 4-5 kilos, pero los está recuperando, entrenando con mucha energía, como N'Diaye. Espero contar con Carlos Suárez y Jeff Brooks".

En el Buducnost, que cambió de entrenador hace dos semanas, no vienen Illic y James, que también se perdió el partido de ida. Quema el equipo montenegrino sus últimos cartuchos para acceder al Top 16. El Unicaja estaría matemáticamente en él si gana, algo que se daba por descontado. Pero Plaza pide quedar, con buen criterio, lo más arriba posible y no especular con posiciones mejores o peores por los cruces. Zouros, el nuevo técnico, da a su equipo por eliminado y habla de de mejorar ante un "gran equipo, muy fuerte". Los únicos tres equipos sin victorias en la Eurocup son Buducnost, Olimpija y Skopje, los tres de la Liga Adriática. Competición en la que el hoy rival cajista está muy arriba (9-1 de balance).

El rostro más reconocible del equipo balcánico es el de Marcus Williams. El mago angelino dejó un reguero de buen baloncesto en Málaga. Con defensa mala e inconstante, pero los picos de buen baloncesto le aguantan a cualquiera de los últimos años. Recurriendo al tópico, es de los que justifican el precio de una entrada. Cuesta imaginar un Carpena en ebullición hoy, hay ganas ya del Top 16, donde aumentará la competitividad y se quitará el colchón de esta primera fase de trámite.