La semana pasada, la Junta de Andalucía aprobaba que los partidos europeos del Unicaja pudieran tener hasta 1.000 espectadores en las gradas, con las consabidas medidas de precaución. Hasta ahora habían sido 225. El próximo encuentro en casa de Eurocup, donde rige la ley andaluza, no como en la ACB, cuando manda el CSD, es el 11 de noviembre, cuando el equipo malagueño debe recibir al Mornar Bar en la séptima jornada de la Eurocup.

Más allá de lo que sucede con la celebración o no del encuentro, sigue habiendo positivos y encuentros aplazados en otros grupos de la competición, en la fecha prevista, hay un nuevo factor con el toque de queda. El Gobierno lo ha colocado a las 23:00 horas, pero las comunidades pueden adelantarlo o bajarlo en una hora. Este miércoles se espera el anuncio de Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, sobre cómo se organizará el cierre de la restauración y la hora tope para circular por la calle. Hasta entonces, el Unicaja no puede responder a las dudas. 

En esta tesitura, si se mantuviera a las 23:00 horas, quedaría en un limbo lo que sucedería con los espectadores que acudieran al encuentro (20:45 horas está previsto) o también se podría adelantar el mismo para no hacer coincidir con las restricciones. Aunque, a dos semanas vista del encuentro, es complicado vaticinar lo que puede suceder visto cómo se recrudecen los casos.