La situación para continuar con los torneos europeos se va oscureciendo. Hay varios focos abiertos para la Euroliga. En Francia, el alcalde de Cholet anunciaba una demanda al Asvel Villeurbanne y a la LNB por haber alineado en la visita del equipo de Euroliga a Norris Cole, con positivo por Covid-19.

Mientras, en Rusia el Zenit anunció que no vendría esta semana a jugar con Baskonia y Valencia porque sólo tiene a seis jugadores disponibles (el mínimo que pide la competición son ocho para afrontar un partido). En el caso de que no se presenten, se les puede dar por perdido por 20-0 el partido. La Euroliga y la Eurocup permitieron inscribir hasta a 24 jugadores, también de las categorías inferiores. El Khimki, en cambio, que también tiene doble visita a España y jugó el sábado (retrasado un día por algunos positivos) ante el Zalgiris, sí ha dicho que viaja juntando al mínimo de ocho con algún junior.

Hay quejas crecientes entre los jugadores. El canterano cajista Álex Abrines lo verbalizaba en las redes. "¿Hay alguien que va a cuidar de la salud de los jugadores o seguimos jugando como si nada?", decía el mallorquín. La sensación generalizada es que los protocolos en la ACB están siendo más efectivos y respetados.

So...Is someone gonna take care of players health or we just keep playing like nothing happens?

— Alex Abrines (@alexabrines) October 11, 2020

Varios jugadores, como Malcolm Delaney (Milano) o K. C. Rivers (Zenit) se han mostrado favorables a una burbuja en la que se garantice la seguridad de los jugadores, al estilo de la NBA o de lo que ocurrió en la ACB en Valencia. 

En la Eurocup ya se vio que se dio por perdido (0-20) el partido al Cedevita ante el Bursaspor después de que las autoridades eslovenas decretaran el confinamiento del grupo por un positivo.